París, 14 sep.- La rivalidad entre el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el ex primer ministro Dominique de Villepin vuelve al primer plano político de la mano de un documental, "Les fauves" ("Las bestias"), que evidencia más de quince años de desacuerdos.
El documento ha sido realizado por la cadena pública "France 2" y lleva el sello de Patrick Rotman, guionista de otra película que salió este año en la gran pantalla, "La Conquête" ("La Conquista"), en la que se narraba el ascenso al poder del jefe de Estado.
Su emisión estaba programada para mayo, pero fuentes de la emisora indicaron hoy en la revista "Le Nouvel Observateur" que se retrasó para no interferir en el caso de las falsas acusaciones de cobro de comisiones, conocido como "Clearstream", en el que Villepin, marcado como supuesto cabecilla de la trama, fue absuelto hoy.
El domingo 25 de septiembre y en un filme "con aires de 'western'", los franceses tendrán acceso a "fotos inéditas o escenas antológicas" entre dos personajes políticos "condenados a entenderse" y cuyas discrepancias se airearon, según la revista, en el mayor ring de Francia: la vida política.
"Te voy a decir una cosa, Dominique: Incluso cuando nos detestamos, nos divertimos. No nos aburrimos jamás", le dijo en una comida Sarkozy a Villepin, según recoge el ministro de Agricultura, Bruno Le Maire, en su libro "Des hommes d'Etat" ("Los hombres de Estado").
En esta ocasión, delante de las cámaras, el actual ministro de Economía, François Baroin, añade que "los dos comparten la misma audacia, un carácter intrépido, a veces un lado brutal tanto en las relaciones personales como en las humanas".
La enconada rivalidad entre ambos, según precisa la revista, encontró la "chispa" necesaria para estallar en 1993, cuando Sarkozy, ministro de Presupuesto en el Gobierno de Edouard Balladur y ya conocido como "Speedy Sarko" (Veloz Sarko), era "el ojito derecho de Jacques Chirac y el ministro preferido de Balladur".
En las presidenciales de 1995, Sarkozy apostó por Balladur contra Chirac, un error que pagaría con una suerte de destierro del que no salió hasta que en 2002 encabezó el ministro del Interior cuando Chirac estaba al frente de la jefatura de Estado.
Sarkozy "y su equipo consiguieron crear un acontecimiento al día, en el que él era el actor, el guionista y el comentarista", dice Rotman en ese documental, en el que se refleja que el duelo entre ambos políticos pasó a ser "frontal, brutal, sin límites" a partir de 2005, cuando Villepin fue nombrado primer ministro y Sarkozy tuvo que contentarse de nuevo con Interior.
La absolución de hoy a Villepin da a los dos políticos "algo con lo que seguir divirtiéndose", sostiene la revista, en alusión a la campaña presidencial de 2012 y a las posibles aspiraciones de ambos por hacerse con el papel protagonista.
El "caso Clearstream" lastró durante años su carrera política y le impidió rivalizar con Sarkozy por la candidatura conservadora a las presidenciales de 2007, y la decisión del tribunal le deja hoy el camino más despejado para continuar con sus ambiciones políticas.
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