Un etarra dice que delató en falso a una acusada para proteger a sus verdaderos colaboradores


El etarra José Legorburu aseguró hoy en la Audiencia Nacional que delató a la supuesta colaborado del "comando Nafarroa" de ETA María Jesús Arriaga y la acusó de participar en el asesinato en Pamplona del general jubilado de la Guardia Civil Juan Atares Peña porque quería confundir a la Guardia Civil y así permitir que los verdaderos colaboradores pudieran huir.
Arriaga, que se negó a contestar al fiscal, aseguró a preguntas de su defensa que "nunca" ha pertenecido a ETA ni ha colaborado con la banda terrorista. En esta línea, negó tajantemente haber participado en el asesinato de Atares Peña.
Estas declaraciones se produjeron en el juicio que la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional celebró esta mañana contra Arriaga. La fiscal encargada del caso, Blanca Rodríguez, solicitó un total de 28 años de cárcel para ella como autora de un delito de asesinato agravado en concepto de cooperadora necesaria.
La representante del Ministerio Público sostuvo que Arriaga prestó la vivienda que tenía en la calle La Rioja de Pamplona a los miembros del "comando Nafarroa" de ETA José Legorburu, Mercedes Galdós y el fallecido Juan María Lizarralde. El 24 de diciembre de 1985, tras varios intentos, estos tres terroristas alcanzaron al general de la Guardia Civil Juan Atares Peña cuando caminaba por el Paseo de la Vuelta del Castillo, disparándole varias veces a bocajarro en la cabeza. La fiscal Rodríguez aseguró que tras el asesinato, Legorburu, Galdós y Lizarralde subieron a bordo del vehículo en el que les esperaba la acusada, huyendo del lugar y refugiándose en la casa de Arriaga.
PROPUESTA DE COLABORACIÓN
Arriaga explicó en el juicio que la organización terrorista contactó con ella en el año 1985 a través de su hermano, que sí era colaborador de la banda. La acusada dijo que se reunió con Legorburu y Galdós, quienes le propusieron colaborar con ellos.
Arriaga les dijo que se lo tenía que pensar pero, en una segunda cita celebrada más o menos un mes después, la acusada les comunicó que no quería colaborar con ellos porque "tenía problemas" ya que se estaba separando de su marido.
Poco tiempo después, en marzo de 1986, la acusada se enteró de la detención de Legorburu y Galdós. Arriaga se trasladó entonces a Francia, aunque aseguró en el juicio que no lo hizo por la detención de los etarras, sino porque, tras su separación, quería "cambiar de aires".
Tras vivir y trabajar 12 años en París, la acusada se trasladó al País Vasco francés, detenida en el año 2008 en virtud de la orden de busca y captura emitida por la Audiencia Nacional. Arriaga dijo que nunca ha vivido en la clandestinidad, que siempre ha utilizado su documentación y que trabajaba legalmente en el país galo.
CONFUNDIR A LA GUARDIA CIVIL
Galdós y Legorburu, ya condenados por este atentado, mantuvieron ante el tribunal la misma versión de los hechos. Negaron tajantemente la participación de Arriaga en el atentado pero, ante las preguntas del fiscal, ambos dijeron no recordar donde se alojaron para preparar la acción terrorista.
La fiscal destacó ante el tribunal las contradicciones entre las palabras pronunciadas hoy y las declaraciones que prestaron los dos etarras tras ser detenidos y en las que aseguraron que Arriaga fue la persona que les alojó y que les ayudó a huir del lugar del atentado.
Legorburu aseguró que declaró eso e implicó a la acusada en la acción "para confundir a la Guardia Civil" y dar tiempo a los verdaderos colaboradores del comando para que pudieran huir. "Cuando te detienen, intentas mentir y falsear para dar tiempo a huir", dijo el etarra.
Arriaga fue condenada en marzo pasado a 23 años de cárcel por su participación en el atentado con 1.200 kilos de explosivos contra el teniente de la Policía Nacional José María Izquierdo, una acción terrorista perpetrada en 1985 y que dejó al oficial gravemente herido.

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