Un mosso afronta año y medio por pegar y desnudar a un detenido en Les Corts

  • Barcelona.- La Fiscalía pide año y medio de prisión para un mosso d'esquadra acusado de maltratar y vejar a un detenido, al que presuntamente obligó a desnudarse en la sala de cacheos de la comisaría barcelonesa de Les Corts en marzo de 2006, una año antes de que se instalaran cámaras ocultas en el recinto policial.

Un mosso afronta año y medio por pegar y desnudar a un detenido en Les Corts
Un mosso afronta año y medio por pegar y desnudar a un detenido en Les Corts

Barcelona.- La Fiscalía pide año y medio de prisión para un mosso d'esquadra acusado de maltratar y vejar a un detenido, al que presuntamente obligó a desnudarse en la sala de cacheos de la comisaría barcelonesa de Les Corts en marzo de 2006, una año antes de que se instalaran cámaras ocultas en el recinto policial.

En la sección 22 de la Audiencia de Barcelona se ha iniciado hoy el juicio contra el presunto maltratador, Jordi S., que ha atribuido a una caída accidental las lesiones que sufrió el denunciante durante su detención y ha negado que le forzara a quitarse los calzoncillos durante su cacheo en la comisaría de Les Corts.

El joven fue detenido el 3 de marzo de 2006 cuando se encontraba con su novia en la terraza de un bar de la plaza Reial de Barcelona y, según su versión, se encaró con unos agentes de paisano que le miraban con insistencia, ignorando que eran mossos d'esquadra.

Tras su detención por atentado a la autoridad, el joven, que carece de antecedentes y nunca ha tenido incidentes con la policía, fue trasladado a la comisaría de Ciutat Vella de Barcelona y, desde allí, transportado a Les Corts en un furgón policial.

El denunciante, Saad T., asegura que en la comisaría de Ciutat Vella le quitaron los pantalones de chándal que llevaba y le obligaron a subir al furgón hacia Les Corts en calzoncillos, lo que suscitó las risas del resto de detenidos y acabó por enfurecerle.

Por ese motivo, mantiene Saad T., se negó a bajar del furgón a su llegada a la comisaría de Les Corts hasta que no le devolvieran sus pantalones, por lo que el acusado se subió al vehículo, le agarró por la ropa y de un empujón lo sacó del coche policial hasta provocar que se golpeara en la frente contra un armario, lo que le causó una brecha que precisó varios puntos de sutura.

De acuerdo con la versión del denunciante, posteriormente fue trasladado a la sala de cacheos de Les Corts, donde el agente acusado y otros dos le obligaron a desnudarse íntegramente con un "inequívoco sentido vejatorio", según la Fiscalía, y supuestamente le golpearon con las porras al negarse a quitarse la ropa.

Ese cacheo, el tercero a que fue sometido el denunciante desde su detención, ha sorprendido al propio presidente del tribunal, que en una dura andanada ha inquirido a un mosso que declaraba como testigo: "¿Cuántas veces registran ustedes? ¿Es normal registrar tanto a la gente? ¿Tiene pies y cabeza; es de sentido común?".

En el juicio, que se ha aplazado por la incomparecencia de un testigo, ha declarado un médico forense que elaboró un informe sobre las lesiones que presentaba el denunciante, quien ha asegurado que los hematomas que el joven tenía en el pecho, el cuello y las piernas eran compatibles con golpes de porra.

Por su parte, el acusado, que afronta también dos años de inhabilitación, ha negado que desnudara y maltratara al detenido y ha asegurado que éste se abrió la cabeza al tropezar cuando salía del vehículo policial y golpearse accidentalmente en el cráneo, porque estaba "agitado y nervioso".

Su versión la han corroborado, como en un bloque, los agentes que han testificado en el juicio, entre ellos la responsable de la custodia de detenidos de Les Corts, que ha lamentado la "mala suerte" que tuvo el joven al caerse cuando abandonaba el furgón.

Sin embargo, el incisivo interrogatorio de la fiscal, Teresa Yoldi, ha hecho aflorar múltiples contradicciones en las testificales de los agentes, especialmente acerca de los motivos de su detención, por la que estuvieron imputados otros dos mossos aunque la causa acabó sobreseyéndose para ellos.

Este supuesto caso de abuso policial sucedió un año antes de que el Departamento de Interior decidiera instalar cámaras ocultas en la sala de cacheos de la comisaría barcelonesa de Les Corts ante el alud de denuncias por malos tratos ocurridos en esas dependencias policiales.

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