Un padre de una niña de Alcàsser condenado a un año de prisión por injurias en Canal 9

  • Valencia.- Fernando García, padre de Miriam García, una de las tres niñas de Alcàsser asesinadas en 1992, ha sido condenado a un año y tres meses de prisión por descalificar al fiscal, a los forenses y a cuatro guardias civiles en un programa de Canal 9 emitido en 1997 mientras duró el juicio contra el autor del crimen.

Un padre de una niña de Alcàsser condenado a un año de prisión por injurias en Canal 9
Un padre de una niña de Alcàsser condenado a un año de prisión por injurias en Canal 9

Valencia.- Fernando García, padre de Miriam García, una de las tres niñas de Alcàsser asesinadas en 1992, ha sido condenado a un año y tres meses de prisión por descalificar al fiscal, a los forenses y a cuatro guardias civiles en un programa de Canal 9 emitido en 1997 mientras duró el juicio contra el autor del crimen.

Así lo establece una sentencia de la Sección Cuarta de la Audiencia de Valencia, que también condena a la misma pena y por el mismo motivo -un delito continuado de injurias graves y otro de calumnias- al criminólogo Juan Ignacio Blanco, que le acompañó en todas sus apariciones televisivas.

Además, ambos deberán pagar sendas multas de 3.612 euros y unas indemnizaciones a los perjudicados que alcanzan los 430.000 euros, quedando Canal 9 como responsable civil subsidiaria "de todas y cada una de ellas".

La Audiencia considera probado que García y Blanco injuriaron y calumniaron a los agentes que instruyeron el caso, a los forenses y al entonces fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, Enrique Beltrán, en el programa "El Juí d'Alcàsser", al que acudían diariamente.

En ese espacio opinaban sobre el transcurso del juicio que se celebró entre los meses de mayo y junio de 1997 por la muerte de las tres niñas de Alcàsser, desaparecidas en noviembre de 1992 y cuyos cadáveres aparecieron en enero de 1993.

Entre otras expresiones, García acusó a los agentes que instruyeron la investigación de haber hecho un "malísimo trabajo" y de haber hecho desaparecer pruebas que se fueron "por el desagüe".

También dijo que "manipularon el escenario del crimen" y que trucaron las fotos "para que pareciera otra cosa".

Asimismo, acusó a Beltrán de haber hecho "todo lo contrario" a lo que debía hacer para "buscar la verdad" y añadió: "el fiscal chochea".

A los forenses les llamó "ineptos" y "personajes de tebeo", además de acusarles de haber "mentido".

Por su parte, Juan Ignacio Blanco dijo que el caso había sido investigado por los agentes "más torpes", quienes, en su opinión, colmaron la instrucción de "falacias", "estupideces" y "mentiras".

Respecto al fiscal, le acusó de mentir sobre las pruebas de ADN y dijo: "Hay cierto animal que, junto con el hombre, tropieza dos veces con la misma piedra, y eso le pasa al señor Beltrán".

Toda estas expresiones, que forman parte de una extensa enumeración de descalificaciones recopiladas por la sentencia, no son "comentarios genéricos e indefinidos", ya que se refieren "claramente" a las personas que intervinieron en el caso.

Los acusados, "por afán crematístico, de notoriedad, de resentimiento, o por cualquier otro tipo de ánimo ilegítimo, no dudaron en aparecer de forma continuada en el supuesto programa de debate emitido por RTVV", al igual que hicieron en otros medios, "para poner de manifiesto las más descabelladas teorías" sobre el crimen.

Mientras duró el programa, los acusados mantuvieron, a base de injurias y calumnias, la tesis de que todos los que intervinieron en la causa "manipularon pruebas y testigos, al margen de hacer gala de la más absoluta negligencia e impericia profesional".

La sentencia de la Audiencia revoca el fallo del juzgado que condenó a García y a Blanco en primera instancia, que imponía únicamente una multa para el padre de Miriam y dos años de prisión para el criminólogo.

El nuevo fallo condena a ambos a un año y tres meses de prisión por el delito continuado de calumnias y mantiene la atenuante de "estado pasional" para Blanco, ya que en el momento de los hechos "tenía vivo el recuerdo del rapto, violación y tortura de su hija", lo que afectaba a su capacidad.

Asimismo mantiene la absolución de los responsables del programa de televisión, Amalia Garrigós y Ferrán Pérez, que también fueron juzgados como inductores de las calumnias e injurias de los dos invitados.

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