Un perito dice que en atentado de S.Pola querían "atrapar" a víctimas cenando

  • Un perito de la Guardia Civil que ha declarado hoy en el juicio que se sigue contra los etarras Andoni Otegi y Oscar Zelarain por el atentado contra la casa cuartel de Santa Pola (Alicante) en 2002 ha asegurado que el objetivo de los terroristas era "atrapar a las víctimas cenando".

San Fernando de Henares (Madrid), 21 feb.- Un perito de la Guardia Civil que ha declarado hoy en el juicio que se sigue contra los etarras Andoni Otegi y Oscar Zelarain por el atentado contra la casa cuartel de Santa Pola (Alicante) en 2002 ha asegurado que el objetivo de los terroristas era "atrapar a las víctimas cenando".

Así lo ha manifestado el agente en la segunda sesión del juicio que se sigue ante la sección segunda de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional contra los dos etarras, para los que el fiscal pide 1.180 años de cárcel para cada uno de ellos por el atentado en el que falleció una niña de 6 años y un jubilado de 57 años.

Según ha explicado el perito, esa intención de los miembros del "comando Argala" de ETA figura en la "autocrítica" manuscrita por Otegi -que se intervino al dirigente etarra Ibon Fernández Iradi, "Susper"- en la que él mismo y Zelarain relatan "de modo preciso" su actuación en España en el verano de 2002 y, en concreto, realizan menciones relativas al atentado cometido en Santa Pola.

"Querían atraparles cenando", ha sostenido el perito, qu eha detallado que la nota manuscrita estaba firmada por "Iosu Argala", lo que se corresponde con el alias de Otegi y su pertenencia a ese comando terrorista.

También han declarado otros peritos que han señalado que tras la detención de los acusados en Bagneres de Luchon (Francia) el 20 de septiembre de 2002 se les intervino una cinta de vídeo -en la que había una huella dactilar de Otegi- con grabaciones de imágenes de la casa cuartel.

Antes de la prueba pericial, han testificado varias de las víctimas del atentado, entre ellas, los tíos de la niña que murió en el atentado y padres de un menor que también resultó herido.

Santos Santiago ha recordado que la tarde del 4 de agosto de 2002 habían regresado de la piscina y estaban en casa de su hermana viendo bailar a su sobrina y con su hijo de 3 años en brazos y que de repente "se hizo una humareda muy grande".

"Pensé que había estallado la pantalla del ordenador pero me di cuenta de lo que había pasado. La explosión fue tan grande que o vivíamos o moríamos. Nos tocó vivir en ese momento", ha señalado Santiago, que, visiblemente emocionado, ha explicado que cuando se fue el humo vio que su hijo "estaba chorreando sangre" y "tenía la cara abierta e inflamada" por lo que buscó ayuda.

"Según salí vi a la niña, pero me fui corriendo. Esa es una de las grandes cosas que se me ha quedado, el no poder en ese momento ayudar a la niña, pero yo creía que el niño se me moría", ha lamentado el tío de la pequeña de 6 años, que ha expresado el "miedo horrible" que sintió en la ambulancia porque creía su hijo se moría.

Esa sentimiento de culpabilidad también lo ha expresado su esposa, Carmen Martínez, que, entre sollozos y con la voz entrecortada, ha dicho que estaba asustada y que no supo reaccionar cuando su marido le decía: "mamá, el nene se nos muere".

Por ello, ha agregado, se fue detrás de su marido, que al subir en la ambulancia le dijo que se volviera a ayudar a su hermana y a su sobrina, aunque y ano le dejaron subir a la vivienda.

En la vista también han testificado los agentes que ayudaron a evacuar a la niña y han recordado que entre el "descontrol" que había y la gente herida y chillando escucharon "gritos desgarradores de mi niña, mi niña" y subieron a ayudar.

El juicio tienen previsto concluir mañana tras la declaración de más peritos, la exposición de los informes finales de las partes y el turno de última palabra de los acusados.

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