Una alianza islámica busca la victoria electoral en Argelia

  • Los tres principales partidos islámicos argelinos sellaron hoy en un hotel del centro de Argel la primera alianza islámica del país con la mirada puesta en las elecciones legislativas del 10 de mayo.

Jorge Fuentelsaz

Argel, 7 mar.- Los tres principales partidos islámicos argelinos sellaron hoy en un hotel del centro de Argel la primera alianza islámica del país con la mirada puesta en las elecciones legislativas del 10 de mayo.

Las victorias de partidos islámicos en los recientes comicios de Marruecos, Túnez y Egipto, parece haber dado alas a sus hermanos argelinos, convencidos de que Argelia no es una excepción a la "Primavera Árabe", y de que las urnas les darán la razón.

"Esta formación obedece a un momento excepcional en el que la región es testigo de un profundo cambio en la relación entre los pueblos y sus regímenes", dijo Fateh Rabii, el dirigente del partido Al Nahda (el Renacimiento).

Para reforzar su posición política, Rabii y los dirigentes del Movimiento de la Sociedad por la Paz (MSP), Abu Yerra Sultani, y de Al Islah (La Reforma), Hamlaui Akushi, firmaron hoy el pacto por la "Alianza Argelia Verde", la primera plataforma de partidos islámicos del país.

Los tres líderes, que calificaron la jornada de histórica, mostraron también su compromiso de presentar en los próximos días un programa y listas electorales comunes.

"Esta experiencia es única, por lo que se merece que todo el pueblo se agrupe en torno a ella", aseguró hoy el coordinador de la nueva plataforma, Az al Din Yarrafa.

En el pacto, firmado tras una ceremonia que comenzó con más de una hora de retraso, insisten en que "la marcha de la democracia todavía necesita una activación y unas reformas globales y profundas".

"La alianza Argelia Verde trabaja para dar forma a sus objetivos, de manera gradual y por etapas, para completar la formación de un estado argelino democrático y social soberano dentro del marco de los principios islámicos", se indica en el documento rubricado por los tres líderes políticos.

El líder del MSP, verdadero pilar de la plataforma, y que cuenta con 59 de los 350 escaños del Parlamento argelino, invitó a otras agrupaciones a unirse a la alianza y a superar lo que calificó de "egoísmo partidista".

Los partidos, que aseguran basar su legitimidad en la lucha por la independencia argelina, presentaron una lista de puntos comunes entre los que destaca que el islam es la religión del Estado y que el carácter árabe y amazigh (beréber) son la esencia de la identidad de la nación dentro de un marco de principios islámicos.

Asimismo, el pacto "Argelia Verde" defiende un Estado republicano de Derecho, democrático y constitucional en el que el pueblo ostenta la soberanía.

Las tres agrupaciones muestran también su respeto al multipartidismo, a la alternancia pacífica en el poder, a las libertades individuales y sociales y a los derechos humanos, y se posicionan contra "cualquier injerencia extranjera".

En el documento presentaron además una lista con 27 objetivos comunes.

Con cuatro carteles sobre fondo verde colgados en el salón de la reunión, destacaron sendos principios.

Los dos primeros: reforzar los pilares del Estado, la ley y el derecho, así como el lugar de Argelia en la región y en el mundo.

El tercero, la "materialización del sueño de la unidad del Magreb, la integración árabe islámica y la cooperación africana e internacional".

El cuarto y último punto que subrayaron fue la "defensa de la dignidad de la mujer", así como el compromiso de trabajar para que "asuma su papel en la sociedad para lograr la cohesión de la familia".

El ascenso islamista en el norte de África ha sido asumido en Argelia con distintas sensibilidades. Más allá de la decena de partidos islámicos que se ven como futuros ganadores, los representantes del gobierno, aunque asumen un crecimiento de esta corriente, no creen que pueda lograr la mayoría.

Por otro lado, parte importante del espectro político, así como varias cabeceras de prensa, en especial aquellas escritas en lengua francesa, identifican en muchas ocasiones los partidos de corte islámico con los peligros del islamismo más radical.

En este sentido, también hay quien ha recurrido a subrayar que la apertura política de 1989 favoreció el ascenso del Frente Islámico de Salvación (FIS), cuya victoria electoral fue frenada en 1992 por un golpe de estado, al que siguió un cruento conflicto entre el Ejército y los islamistas.

El actual empuje de la "Primavera Árabe", llevó también al presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, a auspiciar en abril unas reformas que han sido acogidas con decepción por gran parte de la oposición.

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