Una inquilina del inmueble derrumbado: "Me fui porque había un agujero en el edificio"

    • Rocío decidió abandonar el piso del edificio de la calle Amalia hace tres años, harta de quejarse a la propietaria por su mal estado. "El agua se filtraba desde arriba".
    • El edificio pasó las revisiones de la inspección técnica con un informe "favorable". En cambio, faltaba uno de los pilares que sostenía la fachada.
Rocío, anterior inquilina del edificio derrumbado en Madrid.
Rocío, anterior inquilina del edificio derrumbado en Madrid.

"En muy mal estado". Es el calificativo rotundo que ofrece Rocío del estado del inmueble que este martes por la noche se venía abajo en el madrileño barrio de Tetuán. Esta mujer, de nacionalidad ecuatoriana, residió en una de las viviendas de la calle Amalia 1, esquina Bravo Murillo, durante tres años. Lo dejó hace otros tres. La razón, una humedad insoportable debido al agua que se filtraba a través de los pisos desde un boquete abierto en el superior.

"Había un agujero en el último piso", dice tajante. "Y muchas grietas en los pisos superiores y en tiempo de invierno hacía muchísimo frío, mucha humedad. No había manera de vivir ahí". Asegura también que en una ocasión se le llegó a inundar el piso, un tercero, y que el inquilino del piso superior, también ecuatoriano, acabó dejando la vivienda por el mal estado.

"Aquello no se podía ni siquiera reformar", dice con el cansancio acumulado de una noche en vela y el disgusto de un desenlace que los inquilinos, sin quererlo, venían sospechando desde hace tiempo.

En varias ocasiones, asegura Rocío, se quejaron a la propietaria del inmueble. Las denuncias por el mal estado de las viviendas fueron en balde. "Ella decía que pondría solución, pero pasaba del tema. Y así fue por lo menos hasta el día en que yo salí del edificio". Cansada de soportar humedades y una situación tan precaria, decidió dejarlo, aunque su hermana, Fernanda, siguió viviendo allí, en otro piso de la escalera B. La vivienda, a diferencia de la anterior, estaba totalmente reformada, pero ha sido una de las más afectadas por el derrumbe.

Rocío la acoge ahora en su casa, con su hija de once años. Kenia, la madre de ambas, confirma el mal estado de la edificación. "Se veía muy viejo, muy deteriorado. Había humedad por las habitaciones, por todas partes. Cuando llovía, se filtraba el agua desde arriba"Faltaba un pilar que sostenía la fachada

En el edificio vivían 43 vecinos, todos ellos en régimen de alquiler a un precio medio de unos 600 euros. El edificio pertenecía a una única propietaria. Una empresa inmobiliaria se ocupaba de enseñar los pisos y gestionar los alquileres.

Este martes por la noche varios inquilinos alertaron de la existencia de unas grietas que les hacían temer lo peor y avisaron a los servicios de emergencia, que procedieron al desalojo. Sólo tres horas más tarde, la parte frontal de la primera planta se venía abajo. Entre los vecinos las sospechas se dirigen al establecimiento chino ubicado en la planta baja y en el que, afirman, se habían hecho obras recientemente.

A falta de que se complete la correspondiente investigación, todo parece indicar que fue la eliminación de un pilar que sostenía el peso de la fachada la causa más posible del derrumbe. Esa investigación trata ahora de determinar cuándo fue retirado ese "machón", como se denomina en argot técnico. Si se debió a un fallo original de edificación o fue eliminado en reformas posteriores.

El edificio fue construido de finales de la década de los 40 y en 1958 se reformó para alzar dos alturas. Pese a que, según ha afirmado hoy el concejal madrileño Carlos Sánchez Mato, el edificio tenía "deficiencias visualmente apreciables", la inspección técnica (ITE) dio por bueno de forma sucesiva dos dictamenes sobre el estado de la edificación. La vivienda pasó por primera vez la inspección en diciembre de 2003 y la última, el 26 de diciembre de 2013. En ambos casos, el resultado fue "favorable". La siguiente debía realizarse en 2023, ya que el reglamento de revisiones marca cada inspección en diez años.


Según las observaciones preliminares de los bomberos, el edificio presentaba grietas y materiales cedidos por la eliminación de ese pilar, que provocó que finalmente parte de la edificación se viniese abajo. Las deficiencias habían sido apreciadas ya desde hace tiempo por varios vecinos, pero la revisión no constató fallos.

"La investigación del Ayuntamiento está en su fase inicial", afirmó este miércoles Sánchez Mato, "La inspección técnica no detectó ningún tipo de fallo estructural aunque había fallos estructurales que no lo eran". El edil madrileño ha reconocido que en el edificio de la calle Amalia había "fallos estructurales que no son recientes".Plan de revisión de edificios antiguos

El Ayuntamiento madrileño prepara un plan de revisión de edificios antiguos en la capital, en el que se revisarán todos los procedimientos relativos a la inspección de inmuebles. La sospecha del equipo municipal es que más edificios construidos en la misma época, en la década de los 40 y 50, tengan también deficiencias estructurales que puedan llevar a un desenlace trágico y que no hayan sido detectados en las inspecciones.

"Habrá que revisar los procedimientos porque algo no está funcionando de manera adecuada en los procedimientos que se están realizando", apostilló Sánchez Mato. Desde el Consistorio dirigido por Manuela Carmena no precisan cuántas construcciones están bajo sospecha, pero aseguran que no se fiarán de inspecciones realizadas por "personas privadas". Carmena ya avanzó el martes, en su primera visita al lugar y cuando se desconocía aún que el edificio había pasado la inspección, la urgencia de rehabilitar los edificios viejos y no confiar únicamente en las inspecciones técnicas. Un extremo, el de la "privatización" de estas evaluaciones, que también ha sido criticado desde el grupo socialista.

Desde el PP, se defiende la labor de la inspección. "Yo soy presidente de la comunidad de vecinos de mi casa y puedo dar fe de lo exhaustivas que son las inspecciones que hace el Ayuntamiento a cada casa", ha comentado el concejal popular Fernando Martínez Vidal, al tiempo que ha señalado que un funcionario tiene que firmar que la casa ha pasado laITEy que esto le da "mucha seguridad". Martínez Vidal ha felicitado a la alcaldesa Carmena por la respuesta del ayuntamiento ante los dos derrumbes registrados en los últimos días en Madrid, el primero, a principios de mes en el barrio de Carabanchel.

"Así como el año pasado también en verano se cayeron muchos árboles en la ciudad y parecía que la culpa la tenía el Equipo de Gobierno del PP, nosotros podíamos achacar al Equipo de Gobierno alguna responsabilidad y no lo hacemos, al contrario", ha apostillado.

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