Una radiografía del cabreo: el 'indignado' rico se va a Ciudadanos

    • El descontento descubre al partido de Rivera y se polariza por clases económicas.
    • Ciudadanos pierde aún la conquista de las "nuevas clases medias", pero se gana a los estudiantes, hasta ahora apegados a Iglesias.
    • Jubilados y amas de casa, los más críticos. No se fían de los emergentes.
Los líderes de Ciudadanos y Podemos, Albert Rivera y Pablo Iglesias.
Los líderes de Ciudadanos y Podemos, Albert Rivera y Pablo Iglesias.

Podemos y Ciudadanos son los dos partidos protagonistas de una lucha sin cuartel por capitalizar el descontento. Cierto es que las encuestas han de tomarse con todas las cautelas, pero, a día de hoy, son también el único termómetro de que se dispone para medir conceptos tan difusos como la temperatura del enfado o el aire de esperanza que generan los partidos. Y concretarlos en cifras de voto. En tres meses (el último barómetro del CIS se realizó en enero y se publicó en febrero), el partido de Iglesias ha perdido un fuelle que parecía inalterable.

Desde entonces hasta ahora ha caído 7,4 puntos (del 23,9% al 16,5%), mientras que Ciudadanos, partido que por primera vez se ensaya también en unas generales, ha ido ganando músculo. En concreto, 10'7 puntos más con relación al barómetro anterior (del 3,1% al 13,8%). La estrategia, por tanto, se libra en dos frentes: por uno, atacar al bipartidismo, que, pese a su agotamiento, es capaz de mantenerse en sus posibilidades electorales (PP primero y PSOE segundo). Por otro, atacarse entre ellos para ganar un voto desapegado y difuso, que, a día de hoy, es también el más permeable a cambiar de 'color'.Un escenario muy incierto que se traslada también a las estrategias de los partidos.

En meses de titubeos, el PP ha pasado de atacar con fiereza a Podemos, a Ciudadanos, a recuperar a su adversario "natural" en la contienda política, el PSOE. Podemos, por su parte, convirtió primero a los 'populares' en centro de su diana dialéctica (llegando incluso a ningunear a los socialistas), que en los últimos tiempos ocupa el partido de Rivera. Los socialistas han pasado de atacar a los "populismos" (Pedro Sánchez tardó semanas en mencionar por su nombre a Podemos) a reeditar la tradicional rivalidad del bipartidismo. Ahora, Rajoy parece el objetivo.Cambios de estrategia ligados a la alta volatilidad del voto. Según el CIS, en cambio, Podemos habría de preocuparse por Ciudadanos y, en menor medida, por el PSOE, partidos, los tres, que luchan por hacerse con el codiciado voto de centro.La irrupción con fuerza del partido de Rivera ha alterado también el espectro socioeconómico en el que se movía hasta ahora el partido de Iglesias.¿Quién vota a cada partido?

Podemos pierde apoyos entre la clase de empresarios con asalariados, altos funcionarios, altos ejecutivos y funcionarios por cuenta propia, un colectivo que, de forma sorprendente, había contemplado hasta ahora al partido entre sus primeras opciones de voto, de acuerdo a los resultados de CIS anteriores. Así, por ejemplo, en el publicado en febrero, Podemos figuraba tras el PP en el orden de preferencias para este colectivo, con una intención de voto (respuesta espontánea de los encuestados a la pregunta de a qué partido votarían si ahora se celebrasen elecciones) del 15'9% de los entrevistados pertenecientes a este grupo, mientras el PP apenas despuntaba con dos puntos más, un 17'7%. El PSOE anotaba en esa ocasión un discretísimo 8% e IU y UPyD apenas un 4%.Ahora, en cambio, el segundo lugar en preferencias se lo lleva Ciudadanos, con un 12'7%, mientras que la formación de Pablo Iglesias quedaría relegada, con un 9'3%, a la siguiente plaza, y en empate con los socialistas. La preferencia, ajustada en relación al partido de Rivera, sigue siendo el PP (16'1%). El colectivo que muestra una mayor animadversión a Podemos es el de los "agricultores" (empresarios sin asalariados y miembros de cooperativas), que en un 88% manifiestan que no los votarían nunca, seguido de jubilados y pensionistas. En el extremo opuesto se encuentran los estudiantes, su electorado más sólido y quienes manifiestan una mayor seguridad a la hora de decantar su voto hacia la formación de Iglesias. A estos le siguen los obreros no cualificados.Podemos sigue arraigando en aquellos colectivos a los que se refiere de forma reiterada en sus discursos. Sin embargo, también entre ellos pierde apoyos. Los jóvenes, que se han perfilado como su gran 'bolsa' de electorado siguen manteniéndose como tal, aunque la intención de voto en este colectivo cae. En concreto, cuatro puntos con respecto a hace dos meses (del 30'4% de entonces al 26% de ahora). Ciudadanos, con un 13'4%, aparece como segunda opción de preferencia para este colectivo.El granero de votos de Podemos está en estudiantes, obreros cualificados y parados. El de Rivera, en profesionales y técnicos por cuenta ajena y cuadros medios, comerciantes y pequeños empresarios y jóvenes. Los más reacios a votar al partido de Iglesias son pensionistas y jubilados, colectivo en el que no ha conseguido calar, como tampoco en el de amas de casa ("trabajo doméstico no remunerado"), que en meses pasado se mostraba como su mayor 'frente crítico'. Ambos son también los electores más críticos con Ciudadanos. Los jubilados, que se habían mostrado hasta ahora más conservadores, cambian su voto en esta vez hacia el PSOE, mientras que las amas de casa votarían en primera opción a los 'populares'. De hecho, ambos colectivos representan los mayores porcentajes entre los electores de Pedro Sánchez y de Mariano Rajoy, respectivamente.En el apartado de "simpatía", aquel que valora el agrado que cada formación despierta en los votantes y la afinidad con sus ideas, Podemos se gana sobre todo a estudiantes y profesionales y técnicos por cuenta ajena y cuadros medios. Ciudadanos también seduce a estos últimos, como a los empresarios con asalariados, altos funcionarios, ejecutivos y profesionales por cuenta propia.La mayoría de los consultados sitúa a Podemos en la extrema izquierda (con valoración de 1 en una escala de 1 a 10, siendo el 1 la izquierda más extrema y el 10 la derecha más extema). Una opinión que manifiestan, sobre todo, empresarios, funcionarios y ejecutivos. Ciudadanos se gana, en este caso, la etiqueta de partido de centro, con la mayor parte de las opiniones divididas en el punto 5-6.Un dato llamativo que revelaban los barómetros anteriores era que, contra pronóstico, el voto a Podemos entre las clases económicas altas y medias altas-un colectivo que se sitúa lejos de los que podría considerarse su "votante natural"- era muy elevado. En concreto, en el CIS publicado en febrero, doblaba incluso a los populares en la pregunta de intención de voto. Ahora, en cambio, el partido de Iglesias pierde apoyos en favor de Ciudadanos, que aparecen como la opción de preferencia, por encima de Podemos y del PP.El partido de Rivera pierde ante Podemos en la conquista de las "nuevas clases medias", donde la formación de Iglesias le saca cinco puntos en intención de voto (15 frente a 10'3). Un dato que no deja de resultar llamativo.Ni uno ni otro cala, en cambio, entre las viejas clases medias, las más críticas con su proyecto. En ambos casos, son el colectivo más reticente a darles el voto. En el caso de Podemos, el 60'9% dicen que nunca lo votarían. En Ciudadanos, el desagrado está más fragmentado, pero se sitúa en el 46'3%.





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