Unas 1.500 personas asisten a la beatificación del doctor Josep Samsó en Mataró

  • Mataró (Barcelona).- Más de 1.500 personas han asistido este mediodía a la beatificación del doctor y sacerdote Josep Samsó en la Basílica de Santa Maria de Mataró (Barcelona), una ceremonia a la que también han asistido dos presidentes de la Generalitat, el actual José Montilla, y Jordi Pujol.

Unas 1.500 personas asisten a la beatificación del doctor Josep Samsó en Mataró
Unas 1.500 personas asisten a la beatificación del doctor Josep Samsó en Mataró

Mataró (Barcelona).- Más de 1.500 personas han asistido este mediodía a la beatificación del doctor y sacerdote Josep Samsó en la Basílica de Santa Maria de Mataró (Barcelona), una ceremonia a la que también han asistido dos presidentes de la Generalitat, el actual José Montilla, y Jordi Pujol.

Esta ha sido la primera ceremonia de beatificación que se realiza en Cataluña, con la cual se recupera la tradición de que los beatos se proclamen en su diócesis de origen en lugar de hacerlo en el Vaticano, que es donde tenían lugar desde el siglo XII.

El acto ha durado cerca de hora y media y ha sido presidido por el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, que en su homilía ha agradecido al Papa Benedicto XVI que haya acogido "mi petición de poder celebrar esta beatificación en el marco del milenario de la parroquia de Santa Maria".

"La Iglesia siempre ha encontrado en los mártires una semilla. Al venerar hoy a este nuevo beato mártir de la Iglesia se nos hace presente el recuerdo de la Iglesia del segundo milenio que ha vuelto a ser Iglesia de mártires", ha afirmado Sistach.

Según el cardenal arzobispo de Barcelona, "es una gracia de Dios que la beatificación del doctor Samsó coincida con este año sacerdotal que estamos celebrando por indicación del Papa", y que quiere contribuir a que "los sacerdotes puedan vivir con mayor intensidad el don del sacerdocio y el ministerio prebisteral".

"Los santos y los beatos son los mejores testigos de la fe y, a la vez, son unos grandes benefactores de la humanidad (...) nuestro beato Josep Samsó ofrece una aportación muy positiva y muy necesaria para que nuestra sociedad avance por caminos de perdón y reconciliación", ha añadido Sistach.

El arzobispo Angelo Amato, prefecto de la congregación para la causa de los santos y enviado por orden del Papa desde el Vaticano, ha sido el encargado de leer el decreto de beatificación, y además, ha recalcado que "los fieles de la Basílica de Santa María cuentan que el doctor Samsó era un hombre culto, un modelo catequista y un sacerdote caritativo con los pobres".

"A los monaguillos que en invierno llevaban alpargatas les daba dinero para comprarse zapatos, ayudaba a las familias necesitadas para que pudieran comprar pan, vestidos y lo necesario para vivir. Era considerado para todos un santo (...) que el beato mártir Josep Samsó continúe inspirando pensamientos y acciones de bondad, de compartir y de paz", ha destacado.

En la ceremonia han asistido 16 obispos catalanes entre los cuales Josep Maria Soler, el Abat de Montserrat. También han estado presentes diferentes obispos procedentes de otros lugares del Estado, entre los cuales Juan Antonio Martínez Camino, secretario General de la Conferencia Episcopal Española, y unos 400 curas.

Entre las autoridades políticas había el presidente de la Generalitat, José Montilla, el ex presidente Jordi Pujol, el vicepresidente del Congreso, Jorge Fernández Díaz, el teniente general del ejército Fernando Torres, la delegada territorial de la Generalitat, Carme San Miguel, las senadoras Alicia Sánchez-Camacho y Montserrat Candini, y los alcaldes de Mataró, Argentona y Mediona.

La ceremonia se ha podido seguir a través de las pantallas de televisión instaladas en las diferentes capillas, así como en los exteriores de la basílica.

A la salida de la ceremonia un grupo de integrantes de la Falange Española han mostrado unos carteles donde se podía leer que el nombre de Josep Samsó "No sale en la Memoria Histórica".

Josep Samsó y Elias, sacerdote diocesano y arcipreste de la Basílica de Santa Maria, fue encarcelado y ejecutado el 1 de septiembre de 1936 durante la persecución religiosa que tuvo lugar durante la Guerra Civil.

Nacido en 1887 en Catellbisbal, Samsó pidió antes de ser ejecutado en el cementerio de Mataró pidió que lo desataran y quiso abrazar a los que iban a matarlo, les dijo que les perdonaba y que quería morir sin los ojos vendados mirando la ciudad.

Coincidiendo con su beatificación, sus reliquias serán cambiadas de lugar y a partir de hoy se ubicarán en la capilla de les Santes de la Basílica de Santa Maria de Mataró.

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