Unas primarias con sabor a paella y entresijos

  • Madrid.- En la campaña electoral de 2003, Trinidad Jiménez alcanzó una gran notoriedad pública con su famosa chaquetilla de cuero, pero en las primarias socialistas de Madrid ha cambiado ese atuendo por un delantal que emula el diseño de una bebida y emplea el eslogan 'Trini, un nuevo sabor para Madrid'.

Los socialistas madrileños deciden mañana entre Gómez y Jiménez su candidato
Los socialistas madrileños deciden mañana entre Gómez y Jiménez su candidato

Madrid.- En la campaña electoral de 2003, Trinidad Jiménez alcanzó una gran notoriedad pública con su famosa chaquetilla de cuero, pero en las primarias socialistas de Madrid ha cambiado ese atuendo por un delantal que emula el diseño de una bebida y emplea el eslogan 'Trini, un nuevo sabor para Madrid'.

La ministra lo utilizó por primera vez durante un acto en la agrupación de Moralzarzal, donde sus simpatizantes la animaron a que lo usase para que, junto con ellos, preparase una paella con la que celebraron su visita.

En un gesto por conseguir el apoyo de la militancia, su rival en este proceso interno, Tomás Gómez, tampoco ha dudado en remangarse para freír unos entresijos en la caseta que el partido había instalado en el castizo barrio de Lavapiés con ocasión de las fiestas de San Lorenzo.

Justo el día en que Jiménez anunció su intención de presentarse a las primarias, Gómez, espumadera en mano, se puso delante de una freidora y cocinó en ella uno de los platos típicos de las fiestas madrileñas, que luego degustó en compañía de varios afiliados socialistas.

En el transcurso de su campaña, que en parte ha coincidido con fiestas patronales en diversas localidades, los dos candidatos han aprovechado para visitar las casetas que los militantes han instalado en recintos feriales.

Pero ninguno de ellos se ha acercado a la de Móstoles, cuya agrupación está suspendida desde hace dos años tras discrepancias en su dirección.

La lucha interna que existe en esta agrupación llevó a los afiliados a dividir la caseta en dos partes: a un lado estaban los seguidores de la candidatura de la ministra, mientras que al otro se reunían los apoyos del secretario general de los socialistas madrileños.

Decorado con el lema 'Trini Puede', empleado durante la campaña por los adeptos a la ministra, en el chiringuito que apoyaba a Jiménez triunfaban los "pinchos morunos" y era frecuentado por los más jóvenes.

En el de Gómez, con un público más veterano, lo más vendido eran los pinchos de tortilla y los bocadillos de calamares.

Incluso en Casa Labra, la taberna madrileña en la que Pablo Iglesias fundó el PSOE en 1879, Trinidad Jiménez tuvo tiempo de compartir unas tapas de croquetas de bacalao con Juan José Arnedo, el militante socialista de 91 años que dice ser "el más antiguo de los vivientes".

La bebida también ha sido otro de los elementos que han animado las primarias y han generado expectación mediática.

Nunca antes el anuncio de que dos dirigentes del partido hayan quedado para charlar y tomar "un café" ha generado tanto interés periodístico, hasta el punto de ser retransmitido en directo por televisión.

Ocurrió con el encuentro que mantuvieron Jiménez y el candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky, en una conocida terraza del centro de la capital, aunque al final optaron por un vaso de agua, un refresco y unas pastas.

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