Universidad de Buenos Aires veta como estudiantes a represores encarcelados

  • Los condenados y procesados por delitos de lesa humanidad no podrán cursar los estudios que ofrece la Universidad de Buenos Aires (UBA) en las cárceles, ya que el Consejo Superior de este centro educativo decidió hoy por unanimidad vetar el acceso a los represores a su plan de estudios.

Buenos Aires, 8 ago.- Los condenados y procesados por delitos de lesa humanidad no podrán cursar los estudios que ofrece la Universidad de Buenos Aires (UBA) en las cárceles, ya que el Consejo Superior de este centro educativo decidió hoy por unanimidad vetar el acceso a los represores a su plan de estudios.

"Esta es una clara expresión de la política de la UBA", dijo el rector de esa casa de altos estudios, Rubén Hallú, al dar a conocer la resolución oficial.

El Consejo Superior de la UBA tomó la decisión tras un informe de la Comisión de Interpretación y Reglamento de la universidad en el que se afirma que "ninguna universidad del mundo aceptaría como parte de su comunidad a personas que victimizaron a sus integrantes de la manera más cruel que haya conocido nuestra historia".

El informe, reproducido por la agencia oficial Télam, destaca que el objetivo de la universidad "no puede ser otro que permitir la libre discusión de ideas y la más amplia confrontación de concepciones del mundo".

Sin embargo, pide hacer una excepción con los responsables de delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar (1976-1983) que aspiran a convertirse en estudiantes de la UBA porque "defienden públicamente la tesis de una pretendida inexistencia, legitimidad o justificación de delitos de los que fueron víctimas los propios miembros de su comunidad universitaria".

Adolfo Donda, que cumple una pena de cadena perpetua por su participación en los crímenes de lesa humanidad cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), el también condenado Carlos Jurio y el procesado Oscar Rolón habían solicitado inscribirse como alumnos de UBA XXII, el programa de educación universitaria en las cárceles, una petición rechazada desde el primer momento por docentes y estudiantes.

Rolón inició la carrera de Derecho como alumno libre, pero cuando quiso presentarse a su primer examen, el pasado marzo, la mesa tuvo que levantarse por falta de profesores.

"Es un hecho histórico que pone a la universidad pública a la altura de las discusiones actuales sobre el rechazo al genocidio y las políticas por memoria verdad y justicia", aseguró a Télam Juan Pablo Parchuc, director del Programa Extensión en Cárceles de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.

"Estamos festejándolo porque quienes estudiamos en una universidad pública no podemos permitir que los que sembraron el terror, torturaron, desaparecieron a nuestros compañeros y compañeras, estudien como uno más, olvidando que ellos mismos silenciaron el conocimiento universitario y asesinaron a miles de docentes y estudiantes", dijo a Efe el presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires, Igal Kejsefman.

Hace sólo dos días, un tribunal argentino rechazó la petición de un procesado por delitos de lesa humanidad de presentarse a un examen en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Tucumán, situado unos 1.210 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.

El Tribunal Federal Oral de Tucumán negó la autorización a Juan Carlos Benedicto debido a "la existencia de un peligro cierto de fuga" y advirtió que también "es preciso tener en cuenta la naturaleza de los delitos que se le imputan".

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