Uno de los viajeros relata haber vivido "momentos muy duros"

  • Uno de los viajeros gallegos del crucero Costa Concordia, que encalló el pasado viernes en la costa italiana de Giglio, el orensano Alejandro Mínguez ha manifestado a Efe haber vivido "momentos muy duros" y de "gran incertidumbre" hasta que consiguió llegar a tierra.

Ourense, 15 ene.- Uno de los viajeros gallegos del crucero Costa Concordia, que encalló el pasado viernes en la costa italiana de Giglio, el orensano Alejandro Mínguez ha manifestado a Efe haber vivido "momentos muy duros" y de "gran incertidumbre" hasta que consiguió llegar a tierra.

De viaje con su mujer por la costa mediterránea, Mínguez, natural de Celanova, recuerda la experiencia vivida como una historia de "mala suerte", tras haberse subido a "la lancha equivocada", lo que provocó que tuviesen que permanecer tres horas en el barco hasta conseguir llegar a la costa.

Después de una primera hora de "incertidumbre", en la que "nadie fue capaz de tomar una decisión" y en la que sólo les habían dicho que había "un fallo eléctrico", la pareja consiguió llegar a un bote salvavidas con la mala fortuna de "que no funcionó".

"No quedaba mucho ángulo para bajar y nos quedamos enganchados; No eran capaces de bajarnos ni de subirnos", recuerda Mínguez.

Según este pasajero, "el momento más difícil" fue precisamente durante la siguiente hora, en la que no pudieron hacer nada, hasta que, por la propia situación del barco, "conseguimos situarnos encima" y llegar "hasta popa", desde donde consiguieron finalmente bajar hasta una lancha de los carabinieri.

Apunta también que, después, el pueblo "no estaba preparado" para acoger a tanta gente y las instalaciones "se quedaron pequeñas", en medio de una "desorganización absoluta", tanto en las tareas de evacuación del barco como en la llegada a la costa, lo que provocó que "estuviese llegando gente hasta las 05:00 de la madrugada".

"No puede durar cinco horas el desembarco masivo del barco" espetó Mínguez, quien reiteró su critica por la falta de organización, una vez ya de regreso en casa. EFE.

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