Marruecos retrasa la apertura de un paso más amplio para porteadores en Ceuta

    • La frontera del Tarajal une la ciudad autónoma con Marruecos; en su mayoría mujeres, los porteadores llegan a cargar frados de cien kilos para ganar una media de diez euros al día.
    • A la entrada de los porteadores hay que sumar 10.000 personas más que cruzan a pie, de los que unos 3.000 son trabajadores transfronterizos.
Se registran dos nuevas avalanchas en la frontera de Ceuta por los porteadores
Se registran dos nuevas avalanchas en la frontera de Ceuta por los porteadores

Unos 15.000 porteadores, la mayoría mujeres, cruzan a diario la frontera del Tarajal, que une la ciudad autónoma de Ceuta con Marruecos. Un drama que aguantan de forma estoica a sus espaldas. Cientos de mujeres y hombres llegan a cargar fardos de cien kilos para poder ganar una media de diez euros al día. Descargan en el país vecino, cobran y vuelven a empezar.

A los porteadores hay que sumar 10.000 personas más que cruzan a pie, de los que unos 3.000 son trabajadores transfronterizos. Además, el número de vehículos que se registra es de unos 10.000 a diario. Todos los porteadores se trasladan hasta el polígono del Tarajal, a las naves en las que traen y llevan todo tipo de mercancías.

El 98% de los porteadores son de origen marroquí. En su mayoría son viudas o mujeres 'repudiadas' que se buscan la vida como mejor pueden. Incluso ha habido ONG que han denunciado que estas porteadoras reciben tratos vejatorios por parte de la Policía del país alauí.

Todo este trabajo lo hacen cruzando un estrecho paso conocido como el Biutz, el lugar destinado en las fronteras española y marroquí para los ciudadanos que cruzan a pie. Ambos países coincidieron en la necesidad de habilitar un nuevo paso, más amplio, un 'nuevo Biutz'.

Sin embargo, según fuentes consultadas por lainformacion.com, el país vecino todavía no ha cumplido su parte del trato. Hace más de un año finalizaba la construcción de este acceso en España, pero de lo que ha ocurrido con la ampliación que tocaba al país alauí. "Está preparado pero Marruecos no ha dado el ok. La parte de España está hecha, pero ahora falta que Marruecos acabe lo suyo", recuerdan.Las temidas avalanchas

El problema viene cuando se producen avalanchas a la hora de acceder por el estrecho paso. Se han registrado incluso muertes de mujeres aplastadas por sus 'compañeros' para intentar entrar a Ceuta. Y es que, la media de espera para poder entrar puede superar, en los días complicados, las tres horas. En estas últimas semanas, según señalan estas mismas fuentes, la frontera está "tranquila". Sin embargo, con el comienzo del Ramadán, el próximo día 18, se espera un incremento de afluencia y el tránsito de mercancías en el Tarajal.

Las entradas suelen producirse de forma atropellada, al igual que ocurre con las salidas, ya que los porteadores buscan cruzar el mayor número de veces para poder conseguir más dinero. Algunos incluso tiran los gigantescos bultos por los terraplenes y colapsan la carretera de acceso. Personas invidentes, ancianas... Una situación límite que, al menos, merece un paso más adecuado para evitar tragedias como la muerte de dos porteadoras en el año 2009.Necesidad de abrir el 'nuevo Biutz'

La necesidad de un nuevo acceso es imperiosa, puesto que sería "un buen cambio". "Es mucho más amplio y más adecuado que el que hay, con lo que la aglomeración de gente no se produciría". "Se trata con el nuevo paso de canalizar el flujo de personas de una forma distinta y que supusiera menos presión". Y es que, el número de porteadores se ha incrementado de forma exponencial en los últimos años a consecuencia de un empeoramiento de la situación económica del país vecino.

El Cuerpo Nacional de Policía es el encargado de controlar las entradas y llevar a cabo los operativos de seguridad ciudadana en la zona. La salida a pie, por el paso del Biutz, está controlada por el CNP, al igual que el orden público en la zona de la aduana. Mientras, la Guardia Civil se encarga de fiscalizar las entradas y apoyar las salidas hacia Marruecos.

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