Unos 150 representantes de la oposición moderada siria se reúnen en España

Madrid, 9 ene.- Unos 150 delegados de la oposición "moderada" al Gobierno sirio de Bachar el Asad se reunirán hoy y mañana en la ciudad española de Córdoba (sur) con el fin de sumar esfuerzos para conseguir una solución política y negociada al conflicto en Siria.

El encuentro, que cuenta con el apoyo del Ministerio español de Exteriores, se encuadra en los esfuerzos internacionales que se desarrollan con vistas a la conferencia Ginebra 2, prevista para el próximo 22 de enero, y el posterior proceso de transición que debe abrirse tras esta cumbre.

Los opositores sirios, que viven en su mayoría en Turquía y Damasco, se reunirán a puerta cerrada para dialogar y buscar puntos de consenso frente a los retos de la situación actual en Siria, informaron fuentes diplomáticas españolas.

Está previsto que el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, inaugure hoy la reunión y que el secretario de Exteriores, Gonzalo de Benito, la clausure al día siguiente.

El encuentro fue organizado por el ministerio español de Exteriores, la Casa Árabe y la cátedra de la Unesco de la Universidad de Córdoba.

Esta será la única participación de Exteriores en la reunión, que contará con representantes de la sociedad civil siria como Mohamed Kamel Labwani, cofundador de la Coalición Nacional de Oposición; Aiad Koudsi, vicepresidente de la misma Coalición; Mohamed Barmo, del Partido del Desarrollo Nacional, o Mohamed Fares, representante de Siria Libre.

Asimismo, acudirán a la cita de Córdoba otros representantes de la Unión de Demócratas Sirios y de los Órganos Comunistas, como Mansur Atasi, así como el responsable de los comités locales y asociaciones como Fawad Tello, y expertos de la universidad de Damasco, de grupos suníes, drusos, kurdos o agrupaciones de mujeres, como su portavoz Bahia Mardini.

Más de 100.000 personas han muerto desde el inicio del conflicto en Siria, en marzo de 2011, según la ONU, aunque recientemente el Observatorio Sirio de Derechos Humanos elevó la cifra de fallecidos a más de 130.000.