LA ONU URGE A REDUCIR ‘SUPERCONTAMINANTES’ COMO EL HOLLÍN Y EL METANO

Naciones Unidas ha reclamado medidas para reducir los 'supercontaminantes' climáticos de corta duración, que también contribuyen al cambio climático, como el hollín, los hidrofluorocarbonos (HFC), el metano y el ozono troposférico, dado que será necesario un periodo de transición de los combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural) hacia las energías renovables para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el planeta.
Así lo afirman el director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), Achim Steiner, y la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (CMNUCC), Christian Figueres.
En un artículo conjunto publicado en la web de la CMNUCC, recogido por Servimedia, destacan que los líderes mundiales aprobaron el pasado diciembre el Acuerdo de París con metas y vías para descabornizar la economía mundial y mejorar la capacidad global de adaptación al cambio climático.
“Se trató de un logro histórico, pero fue apenas el principio. Ahora todos los países –con el apoyo de las ciudades, el sector privado y los ciudadanos- deben actuar rápidamente para cumplir sus compromisos y poner el cambio climático bajo control”, indican.
Steiner y Figueres recalcan que “cualquier retraso” en combatir el cambio climático “hará que las consecuencias negativas se sigan acumulando, lo que no sólo causará enormes niveles de sufrimiento (especialmente a los más vulnerables del mundo), sino que repercutirá en las próximas décadas, volviendo cada vez más costoso el objetivo principal de mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2ºC respecto a los niveles preindustriales”.
Subrayan que será necesario “reducir bastante” las emisiones de dióxido de carbono (CO2) con una mayor inversión en el desarrollo y la ampliación de las fuentes de energía más limpias y eficientes, al tiempo que serán “cruciales” los esfuerzos por conservar y ampliar los ‘sumideros’ de carbono (bosques, humedales, praderas, manglares y pastos marinos, que absorben gran parte del CO2 que se emite).
No obstante, precisan que “en los escenarios más optimistas se necesitará tiempo para una transición global desde los combustibles fósiles a las energías renovables y restablecer la muy dañada infraestructura ecológica del planeta”, por lo que reclaman medidas para reducir los contaminantes climáticos de corta duración.
“La acumulación de estos ‘supercontaminantes’ incide mucho más en el calentamiento que el CO2. El efecto del hollín es aproximadamente 900 veces mayor que el del carbono y el del metano unas 28 veces mayor, mientras que el de muchos de los HFC es alrededor de 2.000 veces más potente que el del CO2”, precisan.
CONTAMINACIÓN DEL AIRE
Steiner y Figueres recalcan que el hollín y la contaminación por ozono troposférico son contaminantes del aire tradicionales, que en conjunto matan a casi siete millones de personas al año y destruyen cientos de millones de toneladas de cultivos.
La Coalición de Clima y Aire Limpio para reducir los contaminantes de corta duración del Programa Ambiental de las Naciones Unidas calcula que una acción rápida para reducir estos contaminantes, especialmente el metano y el hollín, tiene el potencial de ralentizar el calentamiento previsto para 2050 en hasta 0,5ºC y se podrían evitar más de dos millones de fallecimientos y la pérdida de más de 30 millones de toneladas de cosechas al año.
Steiner y Figueres subrayan que la reducción de los contaminantes climáticos de vida corta no debe hacerse en detrimento de las iniciativas para bajar las emisiones de CO2. “Por el contrario, el mundo puede y debe reducir los dos al mismo tiempo. Y, de hecho, fuera del marco del acuerdo de París también se están tomando medidas para reducir las emisiones de CO2”, añadieron.

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