Urkullu apoya a Jonan Fernández para su política de paz pese a las críticas

  • El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha considerado que Jonan Fernández es una persona "idónea" para dirigir el nuevo área de paz, convivencia y víctimas, pese a las duras críticas sobre esta elección vertidas por el PP, UPyD y varios colectivos de víctimas del terrorismo.

Vitoria, 29 ene.- El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha considerado que Jonan Fernández es una persona "idónea" para dirigir el nuevo área de paz, convivencia y víctimas, pese a las duras críticas sobre esta elección vertidas por el PP, UPyD y varios colectivos de víctimas del terrorismo.

Urkullu ha presentado hoy la estructura de la nueva Secretaría General de Paz y Convivencia del Gobierno Vasco, que tendrá como uno de sus objetivos consolidar definitivamente la paz en Euskadi.

Ha comparecido en la sede de la Presidencia de su Gobierno, a la que estará adscrita la nueva estructura dirigida por Jonan Fernández, que en los últimos años ha estado al frente del centro por la paz Baketik y el Movimiento Social por el Diálogo y el Acuerdo, Elkarri.

Fernández fue concejal en Tolosa (Gipuzkoa) a finales de la década de 1980 por Herri Batasuna y promotor de la coordinadora Lurraldea, opositora al trazado de la autovía que une Navarra y Gipuzkoa y contra la que ETA desarrolló una campaña de atentados.

Posteriormente, impulsó movimientos en favor de la paz y el diálogo para la resolución de la violencia en Euskadi, como Elkarri.

El lehendakari no ha querido analizar las críticas que han vertido partidos como el PP y UPyD y colectivos como la AVT al nombramiento de Fernández, a quien han acusado de ser favorable a la negociación con ETA y de defender las tesis de la izquierda abertzale, porque, ha dicho, prefiere mirar al futuro con "esperanza".

PP y UPyD han considerado que Fernández defiende la "teoría del conflicto y la equidistancia" o que siempre ha apoyado los postulados de la izquierda abertzale, pero las mayores críticas han venido desde algunas asociaciones de víctimas.

La presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, ha anunciado hoy que rompe relaciones con el Gobierno Vasco, del que rechazará ayudas económicas, mientras que la mayor asociación de víctimas de Euskadi, Covite, ha augurado que Fernández promoverá una "memoria inmoral" de lo que ha ocurrido en Euskadi por la actuación de ETA.

Urkullu ha defendido a Fernández y a los otros dos responsables de la Secretaría, Mónica Hernando y Txema Urkijo, como las personas "idóneas" para hacer el trabajo de esta estructura que aglutinará todas las políticas sobre paz, convivencia, memoria, víctimas del terrorismo y derechos humanos.

Ha recordado que ninguno de los tres están afiliados a su partido, el PNV, y que todos tienen tras de sí un "pasado reconocido de esfuerzo" en la promoción de los derechos humanos en Euskadi.

A preguntas de los periodistas sobre las críticas al nombramiento de Fernández, el lehendakari ha insistido en que el objetivo de su nombramiento y de la creación de la Secretaría es afianzar la paz y la convivencia desde una visión "inclusiva" y que no se iba a fijar en las críticas, sino que quiere "mirar al futuro con esperanza e ilusión", aunque habrá que superar "obstáculos y resistencias".

Urkullu ha reconocido que es "lógico que todavía existan obstáculos viniendo desde donde se viene", en referencia a los más de cincuenta años de violencia en el País Vasco, pero ha pedido "altura de miras para superar el pasado".

A juicio del lehendakari, la sociedad vasca está frente a una "oportunidad histórica" para afianzar la paz y que para ello se va a empeñar en intentar conseguir el "máximo consenso posible" pese a la "complejidad" de la materia que "requiere de una nueva cultura de la convivencia".

Ha explicado que la nueva estructura de su Gobierno va a tener como objetivos afrontar una "visión crítica del pasado", la consolidación definitiva de la paz y "fortalecer la convivencia en Euskadi".

Para este último objetivo, el Gobierno Vasco elaborará un plan que afectará a varios de sus departamentos y perseguirá la "defensa de la dignidad humana como valor supremo".

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