Urkullu pide consenso para el autogobierno y avanza que reducirá su Ejecutivo

Vitoria, 12 dic.- El dirigente del PNV Iñigo Urkullu, que mañana se convertirá en el quinto lehendakari de la democracia, ha pedido hoy consenso a todas las fuerzas políticas para acordar un nuevo marco de autogobierno y ha anunciado que reducirá un 20 por ciento la estructura del Ejecutivo vasco.

Urkullu ha expuesto sus prioridades en materia económica, de pacificación y autogobierno durante la primera sesión del pleno de investidura celebrado en el Parlamento Vasco, en el que no ha logrado la mayoría absoluta (38) al obtener únicamente los 27 votos de su grupo, por lo que mañana saldrá elegido por mayoría simple.

Su discurso ha estado plagado de llamadas al consenso, tanto en el ámbito económico como para crear en el Parlamento Vasco una ponencia que actualice el estatus político de Euskadi, de forma que aúne a todas las sensibilidades, desde quienes defienden "la indisoluble unidad constitucional" hasta quienes reclaman la independencia.

Tras destacar que Euskadi debe afrontar "una nueva transición" una vez acabada "la dictadura del terror" de ETA, Urkullu ha reivindicado un nuevo sistema de autogobierno que incorpore el reconocimiento de la "realidad nacional" del País Vasco y "un sistema bilateral de garantía" con el Estado.

En materia económica ha avanzado que su Gobierno dará ejemplo a la hora de aplicar ajustes y será "el más reducido de la democracia", con una estructura un 20 por ciento inferior a la actual y una disminución de consejeros y altos cargos.

Durante la sesión de hoy también ha intervenido la candidata a lehendakari de EH Bildu, Laura Mintegi, quien pese a ser consciente de que no contaba con apoyos suficientes para resultar elegida quería confrontar su programa con el de Urkullu.

Mintegi ha recalcado que el derecho a decidir del pueblo vasco es para la coalición independentista una "cuestión prioritaria" y que su objetivo es conseguir una "Euskal Herria independiente", no por una cuestión "identitaria" sino de supervivencia ante la crisis, ya que el Estado cada vez deja menos "margen de maniobra" lo que ha impedido, por ejemplo, pagar la extra de Navidad a los funcionarios.

También ha reivindicado la necesidad de preguntar a la sociedad vasca qué quiere ser en el futuro, aunque no ha hablado de plazos, y ha advertido de que para avanzar en la paz es imprescindible "la vuelta a casa de los presos y expatriados".

Los discursos de los dos candidatos han sido criticados por el resto de partidos por sus "vaguedades" y únicamente han recibido el apoyo de sus respectivas formaciones.

El todavía lehendakari en funciones, el socialista Patxi López, ha mostrado a Urkullu la disposición de su grupo a llegar a "acuerdos para hacer país, no para deshacerlo", aunque le ha emplazado a aclarar si quiere la independencia o el autogobierno, y le ha advertido de que se opondrá a las políticas de "recorte sobre recorte".

Urkullu por su parte pedido la colaboración de López, con cuyo partido, ha dicho, comparte posicionamientos como la defensa de la sanidad, la educación y las prestaciones sociales.

El dirigente del PP vasco, Antonio Basagoiti, ha criticado a Urkullu por plantear la "incertidumbre de una transición vasca", sin aclarar si se empeñará en un "duelo soberanista" como hizo el exlehendakari Juan José Ibarretxe (PNV), aunque ha reconocido que ha pretendido "aparentar prudencia", quizás por los malos resultados obtenidos por Artur Mas en las elecciones catalanas.

También el único parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro ha dicho tanto a Urkullu como a Mintegi que Euskadi no necesita "más soberanismo" ni "nuevos estatutos políticos" porque la independencia es un "disparate" que sólo llevará a Euskadi "a la ruina".

El portavoz del PNV, Joseba Egibar, ha advertido a EH Bildu que la paz no puede construirse justificando la violencia.

El portavoz de esta coalición, Julen Arzuaga, sin embargo, ha acusado al resto de grupos de estar anclados en discursos del pasado cuando "se está dejando atrás un gran conflicto" y les ha pedido que "se adecúen a las nuevas circunstancias ahora que no tienen el enemigo que parece que necesitaban", en referencia a ETA.

Mientras se celebraba el pleno a mediodía, varios cientos de trabajadores de seis empresas en crisis se han concentrado ante el Parlamento para defender sus puestos de trabajo y han lanzado bengalas, botes de humo y petardos, uno de los cuales ha herido en la cara a una mujer, que ha tenido que ser trasladada a un hospital de Vitoria.