Varios heridos en nuevos enfrentamientos en el sur de Kirguizistán

Moscú.- Partidarios del depuesto presidente de Kirguizistán, Kurmanbek Bakíev, y defensores del Gobierno provisional mantienen hoy nuevos enfrentamientos en la ciudad de Jalal-Abad, en el sur del país, en los que varias personas resultaron heridas.

Según un portavoz de la administración local, los partidarios de Bakíev, que van armados, efectuaron disparos al aire y contra los defensores de las autoridades provisionales sin dar opción al diálogo, informó desde Jalal-Abad la agencia rusa Interfax.

Varias personas resultaron heridas y fueron trasladadas al hospital, agregó la fuente.

Mientras, los partidarios del depuesto presidente han tomado el edificio de la administración local y no permiten el acceso a nadie.

Las autoridades provisionales, por su parte, declararon que no planean emplear la fuerza en Jalal-Abad.

"No tenemos previsto adoptar medidas de fuerza, trataremos de llegar a un entendimiento", declaró Edil Baisálov, jefe de la administración del Gobierno provisional.

Según Baisálov, los partidarios de Bakíev en Jalal-Abad se enfrentan al pueblo kirguís.

"Nos mantendremos firmes", aseguró.

Mientras, en la ciudad de Osh, también en el sur del país, los defensores del Gobierno provisional recuperaron el control de la sede de la administración regional, tomado ayer por los partidarios de Bakíev, quienes abandonaron el edificio, aunque permanecen en la plaza.

El Gobierno provisional aseguró la víspera que tomará urgentes medidas para restablecer la normalidad en el sur del país, donde partidarios del depuesto presidente tomaron las administraciones de las regiones de Osh, Jalal-Abad y Batkén.

El comité de defensa de Bakíev, que ayer se desvinculó de los sucesos de Osh, declaró más tarde que cuenta en el sur con el apoyo de 25.000 habitantes dispuestos a "unirse en Jalal-Abad y marchar hacia el norte para ocuparse del Gobierno provisional".

Bakíev fue derrocado el pasado 7 de abril tras sangrientos enfrentamientos de sus fuerzas de seguridad con manifestantes de la oposición en la capital kirguís, Biskek, tras lo cual se refugió en Kazajistán y posteriormente en Bielorrusia.

Las autoridades bielorrusas, que se resisten a estudiar la petición de extradición de Bakíev enviada por Kirguizistán, han llamado a consultas a su embajador en Biskek y han evacuado también de ese país al resto de sus diplomáticos "por razones de seguridad" tras denunciar que reciben amenazas por parte de elementos radicales kirguises.