Veracruz, primera cumbre iberoamericana para Felipe VI como jefe de Estado

Antonio del Rey

Madrid, 2 dic.- Cuando se cumplen 23 años desde que el rey Juan Carlos participó en la I Cumbre Iberoamericana en Guadalajara (México), su hijo Felipe VI afronta en Veracruz la primera de estas reuniones a la que acude como jefe de Estado, en un momento crucial para estos encuentros de los líderes iberoamericanos.

El monarca ya estuvo el año pasado en la anterior edición de Panamá, en ausencia de Juan Carlos I, convaleciente de una operación de cadera.

El entonces Príncipe de Asturias no formó parte del grupo de jefes de Estado y Gobierno convocados en el país centroamericano, donde adoptaron medidas encaminadas a revitalizar estas cumbres, que serán bienales a partir de ahora.

En Veracruz, los próximos 8 y 9 de diciembre, Felipe VI ya podrá tomar parte activa en el encuentro, donde pronunciará un discurso.

El ambiente de las cumbres no le es desconocido, no sólo porque estuvo en Panamá en octubre de 2013, sino porque ya lo había hecho, de la mano del rey Juan Carlos, en anteriores convocatorias celebradas en España, la de Cádiz de 2012 y la de Salamanca de 2005.

El nuevo monarca español tiene un completo conocimiento de la realidad iberoamericana adquirido en sus numerosos viajes como Príncipe de Asturias a los países que integran esta comunidad de naciones.

No en vano, desde 1996 ha asistido en representación de España a casi todas las tomas de posesión de los presidentes latinoamericanos.

Felipe VI conoce personalmente, por tanto, a todos los invitados a Veracruz, incluido el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, porque aunque no acudió a su toma de posesión sí tuvo oportunidad de saludarle en los funerales por su antecesor, Hugo Chávez.

Es previsible que en los contactos de esta cita, oficiales o informales, le sea muy útil esta red de relaciones, trabada de manera constante dentro de lo que la Casa del Rey ha calificado como la "vocación iberoamericana" del Príncipe de Asturias, un aspecto más de su concienzuda preparación para ocupar el Trono.

Muy significativo fue el testigo que le cedió su padre, en junio pasado, precisamente durante la visita a España del anfitrión de Veracruz, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, en una alocución ante las principales autoridades españolas.

"La Corona asume la más alta representación de España en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de nuestra comunidad histórica", recordó entonces Juan Carlos I, quien remarcó su "especial y permanente compromiso con la comunidad y las cumbres iberoamericanas" mantenido en sus 38 años de reinado.

También hizo hincapié en la "continuada asistencia" del entonces príncipe, desde años atrás, a las tomas de posesión de los mandatarios iberoamericanos y sus numerosas visitas a la región.

"En todas estas ocasiones, el príncipe ha llevado siempre a los pueblos iberoamericanos el hondo afecto y la solidaridad de España", dijo, y añadió: "Sé bien que conocéis su cariño a México y su firme compromiso con toda Iberoamérica".

Ya como Rey, desde su proclamación en junio pasado, Felipe VI no ha perdido ocasión para ratificar su compromiso con Latinoamérica y respaldar unas cumbres que se pretenden renovar profundamente a partir de la que hará el número 24.

Así lo dijo ante el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, durante su visita a España, a comienzos de octubre.

Felipe VI expresó su deseo de que Veracruz sirva para profundizar en la "capacidad conjunta" de las naciones latinoamericanas para "avanzar" y "ofrecer al mundo la esperanza de ese gran espacio de estabilidad, de democracia y desarrollo, de comunicación y cultura en dos grandes lenguas que es, que representa Iberoamérica".

Cuando el pasado 29 de octubre recibió en Madrid a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, le hizo notar que en la próxima cumbre "tendremos la oportunidad de impulsar y fortalecer aún más ese gran espacio de concertación, cooperación y diálogo que compartimos con todos los países hermanos de Iberoamérica".

Y añadió que en México se va a poner en marcha un sistema de cumbres "más flexible", mostrándose convencido de que permitirá "adaptar mejor este espacio a las exigencias de una realidad cambiante".