Verdes y Liberales cargan contra una "prórroga" de la coalición que encabeza Merkel

  • Berlín.- Los Verdes y los Liberales alemanes, socios menores en anteriores gobiernos, cargaron hoy contra una "prórroga" de la gran coalición que lidera Angela Merkel con los socialdemócratas, a diez días de las elecciones generales y mientras se multiplican otras alianzas aritméticamente posibles.

Berlín.- Los Verdes y los Liberales alemanes, socios menores en anteriores gobiernos, cargaron hoy contra una "prórroga" de la gran coalición que lidera Angela Merkel con los socialdemócratas, a diez días de las elecciones generales y mientras se multiplican otras alianzas aritméticamente posibles.

"Una prórroga de la gran coalición supondrá cuatro años más de política somnolienta de Merkel", apuntó Jürgen Trittin, ministro de Medio Ambiente en el gobierno de Gerhard Schröder y ahora cabeza de lista de los Verdes junto a Renate Künast, ex titular de Agricultura y Protección del Consumidor.

"Apostamos por una alianza negra-amarilla y así nos pronunciaremos el domingo", dijo el líder del Partido Liberal (FDP), Guido Westerwelle, ante el congreso de esta formación el domingo, donde se espera una declaración a favor de una coalición de gobierno con la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel.

El retorno a una alianza entre conservadores y liberales, como las que lideraron varios antecesores de Merkel, de Konrad Adenauer a Helmut Kohl, es la fórmula que se perfila como más plausible a tenor de los sondeos ante las generales del 27 de septiembre.

Sin embargo, los pronósticos coinciden en dar a esa constelación -apodada negro-amarilla, por ser esos los colores con que se identifica a la CDU y el FDP, respectivamente- una mayoría frágil, de entre un uno y un dos por ciento, frente a un teórico bloque entre SPD, Verdes y La Izquierda.

El talante conciliador mostrado por Merkel y el aspirante socialdemócrata a la cancillería, su ministro de Exteriores Frank-Walter Steinmeier, en el único duelo televisado mantenido entre ambos teóricos contrincantes, ha desatado los rumores de que en realidad ambos darían por buena la reedición de su gran coalición.

Los dos evitaron la confrontación en el cara a cara emitido el domingo por dos cadenas públicas y dos privadas. Algo que dice mucho en favor de la cultura política de no caer en el ataque gratuito, tampoco en campaña, y que se explica además por el hecho anómalo de ser rivales y a la vez co-responsables de un gobierno compartido.

El resultado, sin embargo, fue un debate que el popular diario "Bild" calificó de "para bostezar", reflejo, en palabras de Trittin, de la somnolencia gubernamental que amenaza ahora con prolongarse.

Liberales y Verdes representan idearios antagónicos -como lo son sus bases-, lo que no significa que no estén dispuestos a cooperar para evitar ese mal mayor que, a su juicio, sería ir a la prórroga.

Westerwelle aspira a que las elecciones del 27 no acaben como las de cuatro años atrás, cuando pese a dispararse al 9,8 por ciento -tras varias legislaturas sin despegar del 7 por ciento-, tuvo que asistir a la formación de la gran coalición por la debilidad de las fuerzas mayoritarias, condenadas a aliarse entre sí.

Tras once años en la oposición -las dos legislaturas de Schröder, más la de Merkel ahora-, al FDP puede ocurrirle ahora algo parecido si la CDU y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) quedan por debajo del 35 por ciento e incluso si logra un nuevo despegue hasta el doce por ciento, como se le pronostica.

Tanto el FDP como los Verdes tienen, según los sondeos, opciones de regresar a las tareas gubernamentales en fórmulas tripartitas. Una es la llamada coalición "Jamaica" entre la CDU, el FDP y los Verdes -en alusión a la bandera de ese país, en correspondencia con los colores de esas tres formaciones.

La otra, la alianza "semáforo" entre el SPD, el FDP y los Verdes. La formación ecopacifista ha descartado la fórmula jamaicana, porque implicaría quedar supeditados en un gobierno con tres formaciones en las antípodas de su ideario -CDU, CSU y FDP-.

El FPD, por su lado afirma que tampoco se sumará a un tripartito con SPD y Verdes, porque para ellos semáforo implica "luz roja".

Tales pronunciamientos pre-electorales pueden tomarse o no al pie de la letra, puesto que lo que manda es la aritmética de lo posible tras los resultados. Lo único que se descarta a rajatabla y por todos es un bloque entre el SPD, los Verdes y La Izquierda, la bestia negra de la política alemana, aglutinante de ex socialdemócratas y pos comunistas del este.

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