Víctimas de violencia machista: protegidas estén donde estén

  • María es víctima de la violencia machista. Su riesgo de sufrir una nueva agresión es alto. Quiere irse de vacaciones a Navarra y visitar después a su familia en Extremadura. Puede hacerlo tranquila, porque gracias al Sistema de seguimiento integral en los casos de violencia de género, Viogen, su protección está asegurada.

Sagrario Camacho

Madrid, 15 sep.- María es víctima de la violencia machista. Su riesgo de sufrir una nueva agresión es alto. Quiere irse de vacaciones a Navarra y visitar después a su familia en Extremadura. Puede hacerlo tranquila, porque gracias al Sistema de seguimiento integral en los casos de violencia de género, Viogen, su protección está asegurada.

Con esta aplicación informática, única en el mundo, María no solo estará protegida en esos desplazamientos, sino que su caso será sometido periódicamente a una evaluación para determinar si su riesgo es extremo, alto, medio o bajo y poder así revisar sus medidas de protección.

Diseñada y desarrollada por la Secretaría de Estado de Seguridad y con seis años de vida, la aplicación no ha encontrado barreras en el territorio español y entre sus diferentes policías, ya que permite la integración de todos los cuerpos y, de este modo, la protección de la víctima esté donde esté.

Es más. En el sistema participan también jueces, fiscales, instituciones penitenciarias, servicios sociales y todas las entidades que intervienen en la asistencia y protección de las víctimas, que en España podrían alcanzar los dos millones.

Una base de datos a la que pueden acceder ya más de 37.000 usuarios habilitados, todos ellos profesionales en los citados campos y formados para interactuar con el sistema, tal y como explican a Efe los responsables del Viogen, dependiente del Ministerio del Interior.

Casi 30.000 de ellos son miembros de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, a los que hay que sumar 2.152 fiscales, 2.104 juzgados, más de 1.200 de instituciones penitenciarias, 106 unidades de Coordinación y Violencia sobre la Mujer de las diferentes autonomías, 133 cuerpos de Policía Local, 582 agentes de los Mossos d'Esquadra y 111 de la Policía Foral de Navarra. La Ertzaintza entrará en breve en el sistema.

Toda la información sobre los hechos y circunstancias que rodean a la víctima está integrada en esta base de datos, como la fecha en la que su agresor saldrá de la cárcel, si éste cuenta con permiso de armas, si la víctima es extranjera y se le puede conceder la residencia provisional... Información a disposición de todas las instituciones que intervienen en un caso de violencia de género.

Y vaya donde vaya, la víctima dispondrá de un policía que la protegerá y no tendrá que pasar el trago de contar su caso una y otra vez, según resaltan los responsables del Viogen.

Aunque en la relación víctima-agresor pueden darse ciclos de supuesta tranquilidad o de máxima crispación, la agresión puede producirse en cualquier momento.

Por eso, desde la primera denuncia el agente encargado del caso realiza lo que se denomina una Valoración Policial del Riesgo (VPR), cuyo objetivo es predecir el nivel de riesgo de la víctima a sufrir un nuevo episodio de maltrato y, en función de las circunstancias, adoptar las medidas de protección correspondientes.

El Viogen ofrece al agente un formulario que, una vez rellenado, le indicará automáticamente el nivel de riesgo de la víctima -extremo, alto, medio y bajo-. El policía no podrá bajar el nivel que le marque el sistema y si cree que el riesgo es más alto, tendrá que justificarlo.

Una vez establecido el riesgo, la aplicación indica las medidas de protección obligatorias en función de ese nivel, que deben cumplirse a rajatabla, y marcará otras complementarias que el agente evaluará.

Sin embargo, el trabajo de valoración no acaba aquí, ya que si el nivel de riesgo es extremo el sistema avisará cada 72 horas de la necesidad de hacer otra de evolución (VPRE). Y lo hará cada siete días si el nivel es alto, cada treinta si es medio y cada sesenta si es bajo.

Hasta el 31 de agosto el Viogen tenía activos 67.329 casos, de los cuales 6 contaban con un nivel de riesgo extremo, 142 alto, 2.834 medio y 13.490 bajo, mientras que en 50.857 no se había apreciado riesgo alguno.

Sin embargo, el sistema no se desentiende de estos últimos y a los cuatro meses recuerda automáticamente que debe hacerse una valoración de evolución, y en el supuesto de que el resultado vuelva a ser que no se aprecia riesgo, el caso pasa a inactivo.

Pero tampoco aquí se detiene el proceso, ya que en este control muy personalizado de cada víctima, la inclusión de una nueva información sobre la persona que ha sufrido maltrato vuelve a activar el caso.

Entre 3.000 y 4.000 casos entran mensualmente en el Viogen, según subrayan sus responsables, que recuerdan que nunca un agresor podrá ser usuario del sistema, ni tampoco las víctimas.

Si las víctimas vuelven con su agresor, algo que ocurre entre el 5 y el 10 por ciento de las ocasiones, el caso no se retira del Viogen mientras el juez mantenga las medidas de protección.

Desde el 26 de julio de 2007 y hasta el pasado 31 de agosto, el sistema ha atendido 298.688 casos, de los que 67.329 siguen activos. Además, se han realizado 1.291.406 valoraciones de riesgo, de las que 880.288 han sido de evolución.

El 67,48 por ciento de los casos activos corresponde a víctimas españolas; el 9,13 por ciento son de otros países de la Unión Europea; el 23,32 por ciento, de otras zonas (de ellos, el 16,54 % de América Latina, el 3,34 % del Magreb y el 1,58 % de países europeos no pertenecientes a la UE), y el 0,71 por ciento de África subsahariana.

De los 6.148 casos activos de la UE, excluida España, más de la mitad son víctimas rumanas (el 53,14%), en tanto que el 8,28% son británicas, el 7,27 búlgaras, el 5,22 alemanas, un porcentaje similar polacas y casi el 5 % francesas y portuguesas.

Muchas delegaciones del mundo se han interesado por el Viogen, un proyecto que Interior quiere extender a otras víctimas vulnerables, como los ancianos o los niños y el titular del departamento, Jorge Fernández Díaz, compartió la semana pasada en Roma con sus homólogos del G6.

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