Viuda de asesinado por ETA:a los chavales les sorprendía que pudiese perdonar

  • Mari Carmen Hernández, viuda de Jesús Mari Pedrosa, concejal de PP en Durango asesinado por ETA, ha dicho hoy que a los alumnos de las escuelas vascas a los que explicó su experiencia intentó inculcarles que no hay que odiar, y los chavales se sorprendieron de que pudiese perdonar.

Bilbao, 28 nov.- Mari Carmen Hernández, viuda de Jesús Mari Pedrosa, concejal de PP en Durango asesinado por ETA, ha dicho hoy que a los alumnos de las escuelas vascas a los que explicó su experiencia intentó inculcarles que no hay que odiar, y los chavales se sorprendieron de que pudiese perdonar.

Carmen Hernández ha participado hoy en un coloquio en la universidad de Deusto junto a Jesús Mari Mujika, profesor de ikastola y portavoz de la Fundación Jose Mari Kortaren Bidetik, creada en memoria del presidente de la patronal guipuzcoana también asesinado por ETA el mismo año que Pedrosa, en el 2000.

A los dos les han preguntado por la falta de petición de perdón y de arrepentimiento de la izquierda abertzale respecto a los crímenes de ETA. Carmen Hernández ha dicho que "si no hay un reconocimiento de que se ha hecho mal, no se avanza. Hay gente que quiere ir muy deprisa cerrando todo, pero no va a ser así. Hay que inculcar la educación en valores a los jóvenes".

Mujika ha admitido que "no tengo muchas esperanzas de que reconozcan que se hizo mal, aunque muchos a nivel privado lo digan".

También ha lamentado Mujika los recibimientos a presos con cohetes como ayer en Galdakao: "si sale un preso después de 18 años de condena comprendo que sus familias le reciban con alegría, pero no como si fuera un héroe, el respeto a las víctimas exige el silencio", ha pedido.

El objetivo de la conferencia ha sido contar la presencia de ambos en las aulas, donde contaron voluntariamente su experiencia para que los niños conocieran sus vivencias.

Carmen Hernández ha recordado el acoso que sufrieron antes de la muerte de su marido, que el matrimonio y sus dos hijas soportaban: "Nuestra vida era triste, y veías la impasibilidad de la gente". Después del asesinato, "pensé como rehacer mi vida, pensé que si mis hijas me veían bien a mí, ellas iban a estar mejor"

Cuando le propusieron trabajar en las aulas, "pensé que podía ser enriquecedor para nuestros jóvenes, hacerles conocer el dolor que hemos pasado de una forma sosegada, sencilla, sin odios, creía que sería positivo".

La viuda de Pedrosa estuvo con cuatro grupos, con alumnos de 4º de ESO y primero de bachiller. "La primera vez, ante 50 niños, empecé compartiendo con ellos el día más triste de mi vida, y luego les conté como he ido reconstruyendo mi vida, les hablé de la importancia del perdón, del saber escuchar, de que el odio sólo genera sufrimiento y no ayuda a resolver las cosas".

Incluso les habló de los presos, "de la importancia del arrepentimiento, del reconocimiento del daño causado para que se reinsertaran".

"Cuando acabé de hablar, ha recordado, "se quedaron como impactados. La primera pregunta les costaba, después me preguntaron si sabía quién le había matado, o por qué no sentía odio o si me había ayudado la gente. Los chavales son conscientes del mensaje, les llega", ha concluido Carmen Hernández.

El portavoz de la fundación Korta, Jesús Mari Mujika, ha narrado la experiencia que se dio en la ikastola guipuzcoana donde era profesor, donde fueron a dar testimonio dos víctimas a jóvenes de 16-17 años.

Mujika, testigo de las clases, ha explicado que las víctimas "demostraron a los alumnos que buscan la reconciliación y que miran al futuro. A los chavales les llamó la atención lo dura que ha sido la verdad punzante de las víctimas, su sufrimiento, pero también la superación del odio y de la venganza".

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