¿Vuelve la heroína?

    • Las noticias que hablan de un aumento del consumo de la heroína en los Estados Unidos han activado las alarmas en España, que vivió una auténtica epidemia a causa de esta droga en los años ochenta.
    • No hay indicios, sin embargo, que apunten a un repunte en España, donde el consumo está estabilizado y en niveles muy por debajo del 1% desde hace años.
España se salva del repunte de la heroína
España se salva del repunte de la heroína
P.G.L.

La muerte de Philip Seymour Hoffmann ha puesto de manifiesto una realidad que a España, por su historia reciente, le pone los pelos de punta. La heroína ha vuelto. Al menos en Estados Unidos, donde entre 2010 y 2012 se ha detectado un aumento del 84% en el consumo de esta peligrosa droga. Una de las razones que parece explicar este repunte es la proliferación de analgésicos con opiáceos, cuyo acceso restringido – y su alto precio – lleva a muchos consumidores a buscar alternativas en la calle, donde cada vez hay más y mejor heroína procedente de Afganistán. Según las autoridades sanitarias, el número de personas que se han inyectado heroína por primera vez en la última década ha aumentado un 60%.

En realidad, el mero aumento de la producción y la disponibilidad de la droga en la calle, más pura y más barata es suficiente para que, por norma general, aumente el consumo. "Otros factores, como la educación, también son muy importantes, pero cuando aumenta la oferta siempre hay gente más vulnerable que acaba cayendo", afirma Julio Bobes, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo y presidente de la Sociedad Científica Socidrogalcohol.

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Para Bobes, la razón de este aumento del consumo en Estados Unidos es clara, "las mafias que controlan el tráfico de drogas han decidido que su producción se concentre en Estados Unidos". De momento, parecen no haber puesto la vista sobre Europa, pero esto no quiere decir que no pueda ocurrir en el futuro. "La amenaza existe porque el cultivo no ha decrecido en ninguno de los países productores. En términos cuantitativos, todas las drogas se producen más, no existe ningún país que haya disminuido su producción", advierte.

En este diagnóstico coinciden las fuentes consultadas del Plan Nacional sobre Drogas, que consideran que la heroína es una droga "con la que hay que estar siempre alerta porque es muy perjudicial, aunque no hay indicios que apunten hacia un repunte en su consumo". Según estas fuentes, las modas se importan pero no siempre ni necesariamente. "Tras la epidemia que fue la heroína, los expertos auguraban un consumo masivo de anfetaminas y drogas sintéticas a finales de los noventa y principios de la década de 2000, pero no fue así. España nunca llegó al nivel de consumo de otros países centroeuropeos, como República Checa, Holanda o Dinamarca", apuntan fuentes del Plan Nacional sobre Drogas.

En cuanto a la heroína, su simple mención causa pánico debido a la auténtica plaga con tintes de epidemia que provocó en las dos décadas que van desde los ochenta hasta el año 2000. "De todos los pacientes que tratábamos con metadona a principios de los años ochenta hoy sólo ha sobrevivido un tercio. Dos tercios de los drogadictos de los ochenta han fallecido. Eso es un buen ejemplo de lo destructiva que fue", explica Julio Bobes.

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En los ochenta, España vivió el azote del perfil 'yonqui', que duró aproximadamente dos décadas hasta que dejó de consumir la droga por vía intravenosa para pasar a fumarla o esnifarla, que es el consumo más habitual hoy en día. El Plan Nacional sobre Drogas nació precisamente en 1985 para combatir aquella plaga. "La heroína aún está muy presente en aquella generación de los ochenta porque el deterioro físico del consumidor era muy rápido, muy notorio y muy evidente", aseguran las fuentes consultadas del Plan Nacional sobre Drogas. Las cifras de aquel deterioro aún están muy presentes, ya que el consumo intravenoso y el desconocimiento hacían habitual el intercambio de jeringuillas, lo que hizo que al propio problema de la heroína se uniese uno añadido de sida.

Es muy difícil separar la incidencia de una u otra causa en la mortalidad de aquella época, pero según datos del Plan Nacional sobre Drogas entre el año 83 y el 2009 han muerto en España 30.000 personas por causa directa de las drogas– no sólo de la heroína –. Por otro lado y según datos del Plan Nacional de Salud, entre el año 81 y la actualidad el sida ha sido responsable de 83.172 muertes en España. La línea que separa una y otra causa se confunde en algunos casos, de ahí que algunas fuentes atribuyan directamente a la heroína del orden de 50.000 muertes en España, si bien son sólo cifras estimativas.

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A pesar del terror que causa la palabra heroína en España, las cifras de consumo se mantienen realmente bajas, no hay indicios de repunte y tampoco se cree que pueda haberlo en el futuro, dado que nuestras situación socioeconómica, nuestro grado de educación y concienciación y la vigilancia respecto a los consumos de drogas es muy distinta a la que se da en Estados Unidos. En la actualidad, sólo el 0,6% de la población–entre 15 y 64 años– ha probado la heroína y sólo el 0,1% lo ha hecho en el último año, una prevalencia estabilizada desde hace años.

La edad media de inicio es de 20,7 años, mucho más tardía que las drogas ilegales más consumidas y su prevalencia en edades comprendidas entre los 15 y los 17 años es cero. "Actualmente el consumo de heroína es muy limitado en España y se da especialmente en inmigrantes del sureste de Europa, búlgaros o rumanos, muchos de los cuales ya la consumían en sus países de origen. Esto no quiere decir que no sea un problema, porque estos nuevos 'yonquis' tienen una situación socioeconómica catastrófica y su adicción es muy alta", advierte Julio Bobes, que sin embargo opina que la percepción de peligro sigue siendo alta entre nuestros jóvenes. "No obstante hay que estar atentos", asegura.

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