Wang presionó a la esposa de Bo Xilai a asesinar a Heywood, según reportaje

  • La mujer del ex líder comunista Bo Xilai, Gu Kailai, quiso echarse atrás en el complot para asesinar al empresario británico Neil Heywood, pero el jefe de policía local Wang Lijun, "mano derecha" del esposo, insistió en que lo hiciera, revela un reportaje con datos inéditos sobre el escándalo.

Pekín, 19 dic.- La mujer del ex líder comunista Bo Xilai, Gu Kailai, quiso echarse atrás en el complot para asesinar al empresario británico Neil Heywood, pero el jefe de policía local Wang Lijun, "mano derecha" del esposo, insistió en que lo hiciera, revela un reportaje con datos inéditos sobre el escándalo.

El artículo, publicado por la revista "Southern Metropolis Weekly" y que da un giro al mayor escándalo político de China en 20 años, asegura que en noviembre de 2011, cuando todo estaba preparado para envenenar al británico, Gu intentó abortar la operación, pero Wang le obligó a seguir adelante.

"No me sentía bien y le dije (a Wang) que no quería ir, pero él señaló que no podía ser", cuenta el reportaje citando a Gu, añadiendo que el jefe de policía ordenó a un chófer que llevara a la esposa de Bo al encuentro pactado con Heywood, cita que terminó con el asesinato de éste el 13 de noviembre del pasado año.

El reportaje otorga un papel más activo de Wang en el asesinato que el que se conocía hasta ahora, ya que aunque el jefe policial fue condenado a 15 años de cárcel por ocultación del crimen -entre otros delitos- se pensaba que únicamente había eliminado evidencias después de saber del homicidio, sin haberlo conocido antes.

El reportaje explica, de hecho, que la esposa de Bo había pedido ayuda a Wang contra Heywood después de que éste enviara cartas de amenaza contra el hijo de la pareja por negarse a pagar una millonaria cifra en un proyecto inmobiliario en el que ambos habían participado.

En un principio, Wang pensó que al ser Heywood un ciudadano extranjero no podía hacerse nada contra él, pero un empresario amigo de la familia Bo y de Wang, Xu Ming, le sugirió fingir una muerte por sobredosis de Heywood, ya que sabía que éste "usaba drogas".

El amplio reportaje, de 40 páginas, señala también que Wang intentó amañar pruebas para involucrar a Heywood en una red de narcotráfico, para así encontrar una excusa para llevar al empresario británico a Chongqing y neutralizarle.

Tras el crimen, la amistad cómplice entre Wang y Gu se fue deteriorando hasta el punto de que en enero de 2012 el jefe policial huyó de Chongqing y se refugió dos días en un consulado de EEUU en China, lo que acabó destapando el escándalo en los meses posteriores.

Wang fue sentenciado a 15 años de prisión en septiembre por varios cargos, entre ellos ocultación de crímenes, deserción y prácticas corruptas.

Gu fue condenada a muerte un mes antes por asesinato, mientras que su esposo Bo, destituido como líder comunista de Chongqing en marzo, todavía no ha comparecido ante los tribunales, aunque afronta acusaciones de corrupción y otros delitos.

Hasta el estallido del rocambolesco escándalo, Bo Xilai, también ex ministro de Comercio chino, sonaba como favorito a ascender al máximo órgano del Partido Comunista, el Comité Permanente, que renovó su composición en el XVIII Congreso del pasado noviembre.

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