Y además, vuelve Suárez...

Uruguay goleó a Chile el martes 3-0 en el último partido del año por el clasificatorio a Rusia-2018 y con este resultado no solo se llevó la revancha tras la polémica entre los dos equipos en Copa América, sino que quedó en el segundo lugar del certamen solo detrás de Ecuador.

Aunque todavía faltan 14 partidos, es una comodidad a la que no están habituados los parciales 'charrúas', más bien acostumbrados a ver a su equipo llegar a los últimos mundiales calculadora en mano y gracias al sistema de repesca.

Pero ahora el DT Oscar Tabárez logró consolidar un seleccionado que parece conformar a la mayoría.

Tiene una defensa aguerrida liderada por Diego Godín, el zaguero del Atlético de Madrid y capitán celeste, que obliga a cualquier rival. El meta Fernando Muslera atraviesa un gran momento. Y aunque el mediocampo no está funcionando a la altura del resto del equipo, el estratega ha sabido descubrir opciones de ataque que lo han compensado.

A eso se vio obligado: empezó el camino hacia Rusia sin sus dos principales armas ofensivas, Edinson Cavani y Luis Suárez, el primero suspendido por reaccionar a una agresión durante la Copa América 2015, y el segundo sancionado con nueve fechas por la FIFA tras morder al defensa italiano Giorgio Chiellini en Brasil-2014.

Sin el delantero del París Saint-Germain francés ni el goleador del Barcelona, Uruguay logró 6 puntos sobre 6. Cayó luego ante el sólido Ecuador, el equipo de moda que va invicto y que lidera el torneo, y se recuperó ante Chile.

La cosecha es del 75% de los puntos disputados (9 de 12), tras una goleada ante 'La Roja' que todavía se festeja un día después en Montevideo, y una inédita victoria en la altura de La Paz contra el combinado boliviano en el debut.

Ahora, vuelve Suárez. La máxima estrella de la Celeste que pasa por un momento excepcional en su equipo en el que la baja por lesión del astro argentino Lionel Messi apenas se ha notado.

"Ayer definitivamente se terminó y puedo decir que soy libre", dijo Suárez este miércoles en una rueda de prensa con su equipo, el FC Barcelona.

"Los últimos partidos los viví con mucha ansiedad, no veía la hora (de) que terminaran los partidos para acabar con la sanción", admitió.

Tabárez lo había calificado como un jugador insustituible, pero logró disimular su ausencia.

En setiembre, el estratega dijo una frase que terminó superada por los resultados.

"Creo que tengo potencial en los futbolistas que están en este momento aquí como para, no digo ser exageradamente optimista, pero por lo menos para tener expectativas", fueron sus palabras.

Y no se equivocaba.

Estos resultados de eliminatorias "son una demostración de que Uruguay no depende de nadie y es una cuestión de estar unidos el sacar adelante esto con fuerza, voluntad y fútbol", sostuvo de su parte Suárez.

Al morder a Chiellini en Brasil-2014, el carismático y polémico 'pistolero' dejó a Uruguay sin su enorme potencia ofensiva pero sobre todo sin su capacidad de inspirar a sus compañeros a ir al ataque.

Su rebeldía y amor por la camiseta celeste es muy apreciado por los hinchas 'charrúas', que ahora se preguntan a qué se parecerá este Uruguay de Tabárez cuando vuelvan 'Luisito' y su furia goleadora.

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