Ya todos mueven la silla a Zapatero

  • La polémica sobre la reforma de las pensiones, el paro y las malas previsiones de los organismos internacionales han puesto fin a la luna de miel que vivía el presidente del Gobierno en plena crisis económica. La oposición ya se atreve a hablar de moción de censura, los sindicatos ya hablan de huelga general y nacen las primeras voces críticas dentro del PSOE. A Zapatero le llueve por todos los lados, pero es casi imposible que se tenga que enfrentar a un adelanto electoral.
Beatriz Toribio

Hasta ahora, José Luis Rodríguez Zapatero había conseguido contener a una oposición débil y unos sindicatos que, pese a los cuatro millones de parados y la recesión (España será la única gran economía que tendrá crecimiento negativo en 2010, según el FMI) no se habían planteado salir a la calle.

Pero en las últimas semanas todo ha cambiado. Tanto sus rivales como sus hasta ahora ‘aliados’ se han puesto en su contra. ¿Las causas? Los consecutivos anuncios y rectificaciones sobre la posibilidad de ampliar la edad de jubilación a los 67 años y los toques de atención de organismos internacionales y prestigiosos economistas sobre el negro panorama que se le viene encima a la economía española cuando el resto de países de la zona euro sí ven la luz.

El Partido Popular, hasta ahora, ha sido poco explícito sobre un adelanto electoral. De hecho, su líder, Mariano Rajoy, evitaba la pregunta el pasado mes de diciembre: “No voy a plantear si el presidente del Gobierno debe o no debe adelantar las elecciones. Lo que sí digo es que hemos perdido un año y las cosas van a peor” dijo en la rueda de prensa para hacer balance a 2009.

Pero la 'lideresa' del PP, Esperanza Aguirre, se atrevió ayer a tomar la inciativa y pedir un adelanto electoral. Hoy tanto Rajoy como su secretaria general, María Dolores de Cospedal, han dejado claro que el principal partido de la oposición no descarta una posible moción de censura.


La sombra de la huelga general

Nada hubiera pasado si el principal partido de la oposición se hubiera quedado sólo en este debate. Pero es que los sindicatos también empiezan a rebelarse contra el Gobierno Zapatero y las palabras ‘huelga general’ vuelven a caldear el ambiente. Hoy el secretario general de CCOO, José Ignacio Fernández Toxo, ya ha amenazado con protestas en la calle a finales de este mes en contra de los planes del Gobierno de retrasar la edad de jubilación: “Probablemente hacia finales de este mes saldremos a realizar manifestaciones que espero sean masivas en el conjunto de las capitales de provincia de nuestro país. Veremos si contamos con el respaldo de la sociedad y en particular de los trabajadores para una alternativa diferente", afirmó Toxo en declaraciones a Telemadrid. Y UGT, según este líder sindical, está en la misma línea.

Oposición, sindicatos y …. hasta voces internas dentro del partido muestran su malestar contra la gestión del Gobierno. Esta semana también, el presidente de Castilla La Mancha, José María Barreda, pedía una remodelación en el Ejecutivo cuando acabe la Presidencia española de la UE. Y pese a que fueron varios los líderes del PSOE que cerraron filas en torno a Zapatero, Barreda no ha escurrido el bulto y ha mantenido su tesis.

¿Una moción de censura? Imposible

Si bien es cierto que el mal hacer del Gobierno ha abierto la 'caja de pandora' sobre un adelanto electoral, las posibilidades de que el PP sacara adelante una moción de censura son prácticamente nulas. Para ello necesitaría una mayoría absoluta de 176 diputados. Los 169 diputados que tiene el PSOE en el Congreso de los Diputados hacen inevitable que el PP (152) requiera el apoyo de todo el arco parlamentario para alcanzar esa cifra.

Con un Partido Nacionalista Vasco (PNV) cercano al PSOE en esta legislatura (fue quien le permitió sacar leyes tan clave como la de los Presupuestos o la del Aborto) y con CiU pensando más en las elecciones catalanas del próximo otoño, el PP tendría pocos compañeros en una aventura tan arriesgada.

También está la posibilidad de que el Gobierno, si se ponen peor las cosas, se sometiera a una moción de confianza del Parlamento. En este caso aún lo tiene más fácil, ya que sólo requiere la mayoría simple del arco parlamentario.

En definitiva, que Zapatero empieza a estar contra las cuerdas, pero de ahí a que la sangre llegue al río queda mucho.

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