Yemen y rebeldes chiíes alcanzan un nuevo alto el fuego tras ataques en Saná

Saná, 22 jun.- Las fuerzas yemeníes y los rebeldes del movimiento chií de los hutíes firmaron hoy un nuevo alto el fuego para detener la violencia tras los últimos ataques registrados en la capital del país, Saná, informó la agencia oficial de noticias Saba.

El acuerdo establece el cese de la violencia en la ciudad de Amrán y sus alrededores, a unos 50 kilómetros al noroeste de Saná, así como en "aquellos lugares donde haya tensión".

Según el texto, se deberán quitar las barricadas levantadas desde el inicio del conflicto para que las distintas partes vuelvan a sus posicionales iniciales.

El Estado yemení se compromete a comenzar inmediatamente y tener listas en menos de un mes las enmiendas relacionadas con aspectos militares, de seguridad y administrativos que respondan a las aspiraciones de la población de la provincia de Amrán.

Además, se formará una comisión neutral judicial para investigar los episodios de violencia y se abrirá la carretera que une Amrán con Saná en los próximos tres días bajo protección de una fuerza militar.

Al menos 17 agentes de seguridad yemeníes, entre ellos dos oficiales, resultaron heridos en una emboscada tendida en Saná por combatientes hutíes.

El Ministerio de Defensa yemení anunció ya el pasado 4 de junio que se había logrado un alto el fuego entre el ejército y los rebeldes chiíes en la provincia de Amran, donde días antes murieron más de un centenar de personas en combates y bombardeos.

Los rebeldes hutíes han protagonizado en las últimas tres semanas en Amran enfrentamientos también con combatientes del suní Partido de la Reforma, brazo político de los Hermanos Musulmanes.

Los hutíes, que se alzaron en armas en 2004 dirigidos por Husein al Huti (padre del actual líder), tratan ahora de ampliar las zonas bajo su dominio, lo que ha desencadenado enfrentamientos con las tropas y con clanes suníes.