Cómo nos afectará la subida de tipos: del pago de la deuda a la banca

Las decisiones de política monetaria del Banco Central Europeo provocarán el encarecimiento de las hipotecas y repercutirán en la rentabilidad de los planes de pensiones.

La Reserva Federal (Fed) estadounidense cumplió con las expectativas del mercado y subió los tipos de interés otra vez esta semana, hasta el 0,5%. Que el Banco Central Europeo (BCE) siga la senda que inició el Banco de Inglaterra y que ha continuado la Fed es solo cuestión de tiempo. La presidenta del BCE aseguró que la estrategia de la institución europea será “más gradual” que la estadounidense y en sus palabras, algunos analistas asumen que la subida de tipos llegará en julio. De momento, la inflación de la eurozona ya ha marcado el 7,5% en tasa interanual, por debajo del índice de precios al consumo (IPC) en España, que se situó en el 8,4%, según el dato provisional de abril. El cambio en la política monetaria tiene entre sus objetivos contener los precios, pero también tendrá otras consecuencias que van desde la emisión e intereses de la deuda española al negocio bancario.

La deuda pública alcanzada durante la pandemia no volverá a sus niveles previos ni dentro de siete años, según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI). El Gobierno estima que representará el 115,2% del PIB este año, el 112,4%, en 2023; el 110,9% en 2024 y se reducirá hasta el 109,7% en 2025. Un endeudamiento cuyos intereses deberá enfrentar el Estado en un escenario en el que financiarse será más caro y con las compras extraordinarias de deuda con motivo de la pandemia ya finalizadas. No obstante, la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, aseguró esta semana que en los últimos años España ha aprovechado el escenario de tipos negativos y de mayor volumen de compras del BCE "para mejorar las condiciones de financiación del sector público".

En el Programa de Estabilidad remitido a la Comisión Europea, el Gobierno calcula que los pagos por intereses serán del 2,2% del PIB durante este año y el próximo y se reducirán al 2,1% en 2024 y 2025. Es decir, Moncloa descarta que la subida de tipos de interés suponga un incremento desmesurado de los pagos por intereses de la deuda. "Tenemos una deuda pública que tiene un periodo de maduración superior a los ocho años, muy largo. Tenemos un coste de tipos de interés que hemos ido refinanciando con tipos de interés muy bajos y eso nos da margen para enfrentarnos bien a esta progresiva elevación de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo", recordaba Calviño.

María Jesús Fernández, economista sénior en el Área de Coyuntura económica de Funcas, apunta, sin embargo que “hasta ahora, los pagos por intereses de la deuda se reducían, pero a partir de ahora va a haber un incremento”. “Se va a sumar la subida de tipos a un aumento del volumen de la deuda”, explica. Según los cálculos de Funcas, estos pagos podrían alcanzar los 27.900 millones de euros este año, frente a los 26.000 de 2021. “El impacto no será muy alto en 2022, pero se irá sumando a lo largo de los años”, insiste. En esto coincide Víctor Alvargonzález, analista y socio fundador de Nextep Finance. “Este incremento no es un problema como Estado hasta dentro de 20 años, es un problema para nuestros hijos”, describe. “Al menos subirá un punto porcentual, para hacer frente a la inflación”, calcula. Es decir, el encarecimiento de la deuda se producirá si las condiciones de financiación se endurecen, algo derivado de la subida de tipos de interés, pero esto no ocurrirá de forma significativa en el corto plazo.

De forma más inmediata, la decisión de subida de tipos del BCE sí afectará al negocio bancario. “Será un alivio para los bancos porque volverán a disponer de un margen que ahora se había reducido. Ahora el BCE les cobraba por mantener los depósitos y esto ha afectado a su rentabilidad”, describe Fernández. En las últimas presentaciones de resultados, los bancos del Ibex 35 se mostraron cautelosos sobre el impacto que una subida de tipos tendría sobre sus cuentas, pero todos contemplan una subida a lo largo de este año. Sobre las concesiones de crédito, desde Funcas auguran que la banca “ganará más con cada operación, pero a la vez, se van a reducir las operaciones''. En cualquier caso, el saldo va a ser positivo, a no ser que se produzca una recesión económica”.

Ahorro, hipotecas y planes de pensiones

Las decisiones que se tomen en Fráncfort también tendrán consecuencias para el bolsillo de los españoles. De hecho, ya han empezado a tenerlas. El euríbor a 12 meses, índice de referencia para las hipotecas, cerró en positivo en el mes de abril después de seis años en negativo. Este cambio de tendencia puede tener un coste de hasta 20 euros mensuales para las hipotecas de tipo variable, según los cálculos de pisos.com. El director de Estudios del portal inmobiliario, Ferran Font, señala que esta subida del índice “comportará un cambio de tendencia”. Si desde el inicio de la pandemia, las hipotecas a tipo fijo han ido creciendo hasta situarse por encima del 70% de las de nueva concesión, Font cree que la subida de tipos va a revertir los porcentajes. Uno de los motivos es que pronostica que “las entidades van a ofrecer mejores condiciones en las hipotecas variables”.

Desde BBVA Research, creen que el euribor a 12 meses terminará “el año en positivo”. Sin embargo, apuntan que “las condiciones de financiación continuarán siendo favorables, tanto para familias como para empresas”. La división de análisis sí reconoce que la subida de tipos repercutirá en el esfuerzo económico que tengan que hacer los compradores sobre el precio de la vivienda. En este sentido, señalan que el esfuerzo para acceder a una vivienda en 2022 se situará en torno al 26% de la renta salarial. Este encarecimiento de las hipotecas tendrá un impacto en el consumo de los hogares, apunta la economista sénior de Funcas. María Jesús Fernández advierte que en un escenario inflacionista en el que aumenta un gasto como el hipotecario, el consumo se va a retraer y, a su vez, va a tener consecuencias para la recuperación económica. No obstante, el ahorro acumulado por las familias y la recuperación del turismo deberían ser las palancas del crecimiento para que la economía española crezca alrededor del 4,5 o 5%, según las previsiones de los distintos organismos.

En el terreno de la inversión, Víctor Alvargonzález pronostica “un futuro negro para los planes de pensiones”. El analista justifica que la rentabilidad se moderará al estar expuestos a la renta fija. Si además se añaden las reducciones a las bonificaciones fiscales para los planes privados de pensiones, Alvargonzález cree que no será un producto muy atractivo para los españoles. “Parte del dinero irá a fondos de inversiones, pero mucho se irá al ladrillo, lo cual encarecerá la vivienda”, augura. En este escenario, propone que la inflación no sea “una amenaza” y se convierta en un “aliado”, por ejemplo, con la inversión en materias primas cuya cotización se sitúa al alza desde los últimos meses.