En un comunicado este viernes, ha constatado que los accesos viarios en la comarca del Barcelonés registran tasas cuadrimestrales de variación interanual positivas de forma ininterrumpida desde el tercer cuatrimestre de 2013.
En el caso de la ciudad de Barcelona, la evolución a lo largo de la última década de la movilidad de conexión muestra que, en términos absolutos, ya se ha recuperado prácticamente el volumen de desplazamientos diarios previo a la crisis, según refleja la Encuesta de Movilidad en Día Laborable que elaboran la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM), el Ayuntamiento de Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), la Asociación de Municipios por la Movilidad y el Transporte Urbano (Amtu) y el Idescat.
Como novedad, el transporte público ha superado el privado en la movilidad de conexión de la ciudad de Barcelona, pero la Cámara ha alertado de que desde finales de 2013 se está registrando un aumento significativo de los desplazamientos en vehículo privado y un cierto estancamiento con tendencia a la baja de los desplazamientos en transporte público.
Ha indicado que las ampliaciones de la red de metro de los últimos años dentro del ámbito metropolitano y las mejoras en el servicio de autobús han permitido absorber parte de la movilidad entre Barcelona y el exterior, pero ha resaltado que la contribución de las cercanías ha sido "nula" y el transporte privado está captando la nueva demanda.
Entre 2006 y 2015, el metro ha incrementado el número de pasajeros y los autobuses urbanos e interurbanos y las líneas de FGC los han mantenido, mientras que la red de Rodalies gestionada por Renfe ha registrado un descenso acumulado de usuarios del 12,9%.
PROBLEMAS EN LAS CERCANÍAS
La Cámara ha concluido que el sistema de transporte público responde bien a las necesidades de desplazamientos internos de Barcelona, pero presenta "graves carencias" para los desplazamientos de conexión con el exterior, especialmente en las cercanías.
La institución ha exigido que se corrija esta situación con una planificación "previsible, razonada y razonable" de inversiones en infraestructuras de movilidad para evitar que las obras prioritarias se eternicen y que las actuaciones pendientes continúen frenando la competitividad territorial debido a la congestión y la contaminación.
Ha sostenido que hay que afrontar mejoras estructurales en las cercanías de Barcelona, ya que deben ser la principal solución para combatir la creciente congestión en los accesos metropolitanos, y hay que afrontar las deficiencias de funcionalidad y también de conectividad de la red viaria metropolitana, tanto con nuevas conexiones entre las vías de alta capacidad y la red local y urbana como con actuaciones de mallado que ayuden a superar el actual esquema eminentemente radial.
En este sentido, ha citado el enlace de la A-2 y la AP-7/B-30 en Castellbisbal; la autovía orbital B-40, el desdoblamiento de los túneles de Vallvidrera, los nuevos túneles de Horta (viario y ferroviario) y el eje de la Conreria.
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