Los hermanos del Celler de Can Roca traen su afamado restaurante a Chile

Los hermanos Roca, cuyo restaurante el Celler de Can Roca ha sido clasificado como el mejor del mundo en dos ocasiones (2013 y 2015), han viajado con todo su equipo a Chile para "rendir tributo" a la cocina chilena.

Durante esta semana, los españoles Joan, Josep y Jordi Roca van a "interpretar" la cocina local utilizando solo ingredientes del país.

Empanada de pino, humitas (una masa de maíz cocida en las propias hojas de maíz), centolla, locos (marisco), congrio y cordero... En total, prepararán por primera vez diez aperitivos, seis platos y dos postres.

Todo bien regado con los caldos de las mejores viñas y productores chilenos.

"El reto es proponer un menú a la altura de la gastronomía de aquí con la posibilidad de maridar los vinos locales", explicó el lunes en conferencia de prensa Joan Roca, considerado el mejor chef del mundo por los participantes de la lista The World's 50 Best Restaurants.

El menú, que está "muy cerrado, muy pensado", es una "reivindicación de la sabiduría antigua" y un homenaje a la "agricultura familiar campesina", dijo por su parte Josep, el sumiller, encargado del maridaje de vinos.

En este restaurante itinerante en el que podrán cenar hasta el sábado 500 privilegiados, de los postres se encargará el repostero de la familia, Jordi, quien elaborará un mote con huesillo, uno de los dulces más populares de la gastronomía chilena, y un manjar preparado a base de leche de oveja, yogur también de oveja y algodón de azúcar con "perfume de oveja".

En homenaje al premio Nobel de Literatura Pablo Neruda, preparará un "absolute de aroma de libro viejo", en el que se incluye una "pequeña página impresa comestible de libro viejo". Y como colofón, un chocopisco de moái, replicas de chocolate de las figuras de piedra sagradas que tanto impacto le causaron en su reciente viaje a Isla de Pascua, y rellenas de pisco.

"Llevamos 20 años comprometidos con el inconformismo, la creatividad y con hacer cosas diferentes", explica el chef, quien cuenta que el proceso de madurar un plato puede prolongarse hasta un año. En el mismo participan desde científicos hasta botánicos y otros especialistas.

La condición para "cerrar un plato bien es que a los tres nos guste", asegura.

Chile es la última etapa de su tercera gira gastronómica y que en esta ocasión ha llevado a los hermanos Roca y a sus 40 ayudantes por Londres, Hong Kong, Phoenix y San Francisco.

Esta experiencia gastronómica les permite a los dueños del Celler de Can Roca, situado en Girona (nordeste de España), que durante cinco semanas permanece cerrado, impregnarse de "detalles de los lugares" que han visitado incorporándolos a sus platos.

"No pretendemos llevarnos productos porque no siempre viajan bien, pero sí nos llevamos una cantidad de ideas que poco a poco van apareciendo en nuestros platos", dijo el chef a la AFP.

"Seguro que uno o dos platos nos vamos a llevar", asegura convencido, sobre todo porque en su equipo hay dos chilenos.

Durante esta semana, 13 chilenos podrán compartir y trabajar con los hermanos Roca en Santiago, seleccionados en un concurso previo. Todos ellos competirán por tres becas para hacer una pasantía de cuatro meses en el Celler de Can Roca, fundado en 1986 y que durante ocho años consecutivos ha permanecido entre los cinco primeros de la élite gastronómica mundial.

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