Que no cundan ni el pánico ni el zika en Miami

El mensaje oficial tras la detección de un brote de zika en Miami es que todo está bajo control. Pero es difícil no inquietarse cuando algunos negocios dejan de operar, los restaurantes ponen repelente en las mesas y las autoridades piden calma.

Grace Della, fundadora de Miami Culinary Tours, prefirió no arriesgarse.

La operadora turística suspendió todos sus paseos gastronómicos en Wynwood, un vecindario hipster de Miami, Florida, que es ahora epicentro del primer brote de zika autóctono en Estados Unidos continental tras la detección de 15 casos.

"Decidí suspender los tours por la seguridad de mis empleados y visitantes", dijo Della a la AFP. "Más de 90 personas reprogramaron sus paseos, así que te imaginas que si eso sucede en más negocios, será un gran impacto".

El engañoso virus del Zika, que muchas veces es asintomático y se transmite con la picadura del mosquito Aedes aegypti, puede causar malformaciones genéticas. Esto llevó el lunes a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) a pedir a las embarazadas que no visiten el norte de Miami.

La inédita alerta de viajes provocó que el centro cultural Wynwood Yard, con espacios para conciertos, restaurantes y actividades al aire libre, también cerrara sus puertas.

Pero para otros comerciantes que ofrecen servicios puertas adentro y con el omnipresente aire acondicionado, que no sólo ahuyenta a los friolentos sino además a los mosquitos, estos dos son casos aislados.

"Son negocios distintos, que están afuera en las calles, al aire libre", dijo Joaquín Cintrón, gerente de la barbería Razzle Dazzle.

"Además la gente está reaccionando positivamente", comentó con optimismo.

Con una decoración furiosamente kitsch, que mezcla dameros, tapices, plumas y sofás de época, su barbería es una postal del nuevo Wynwood: un vecindario donde los "millenials" circulan junto a personas de bajos recursos entre galerías de arte y calles empobrecidas.

Por eso conocer Wynwood es una rutina turística. Pero es muy pronto aún para evaluar el impacto económico que podría tener una reducción de los visitantes, aunque las autoridades se están ocupando de que no se propaguen ni el zika ni el pánico.

"Mientras todos tomen las precauciones adecuadas, no hay necesidad de tener miedo de que haya un efecto económico" negativo, aseguró el comisionado del distrito 2 de Miami-Dade, Ken Russell, que contiene parte de la zona afectada.

De hecho el daño puede provenir más bien de los medios, según Carolin Lusby, profesora asistente de hotelería y turismo en la Universidad Internacional de Florida (FIU).

Citando ejemplos sobre el efecto que han tenido sobre el turismo epidemias como el ébola y la gripe porcina, Lusby dijo a la AFP que "el bombo mediático genera un impacto económico negativo, aunque éste se recupera después de poco tiempo".

"Definitivamente la gente está al tanto y comienza a cambiar sus planes de viaje, debido al efecto generalizador que esto puede tener en todo Florida o incluso en el sur de Estados Unidos", dijo Lusby, recordando que no obstante la Organización Mundial de Turismo no ha emitido ninguna restricción.

Por esto las autoridades locales insisten en que Florida sigue siendo un estado "seguro y abierto a los negocios", como dijo el gobernador Rick Scott.

Este jueves, Scott y el jefe de los CDC, Tom Frieden, visitaron Wynwood y conversaron con residentes y comerciantes.

Allí, Frieden dijo a periodistas que ningún otro vecindario de Miami está en riesgo. "Entiendo que (el alerta de viajes) es un peso financiero para esta zona, pero tenemos que hacerlo", añadió.

El condado de Miami-Dade ha fumigado furiosamente el área, incluso vía aérea. También recoge muestras de orina puerta a puerta y tiene una página web donde las personas pueden reportar focos de agua empozada.

"Este estado es conocido por sus excelentes esfuerzos en el control de los mosquitos", aseguró Scott en una conferencia de prensa posterior, citando el poco éxito que tuvieron el dengue y la chicunguña en Florida.

Una reportera de AFP pudo comprobar no obstante, en nombre del periodismo participante, que los mosquitos aún pican con ferocidad en la zona.

En lo que va del año Florida ha recibido 30 millones de turistas, según Scott, quien espera para 2016 un récord de 110 a 115 millones de visitantes.

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