Hem-Bakat Är Bäst: un libro de recetas firmado por Ikea

Llevamos cinco horas, en el mejor de los casos cuatro, perdidos entre miles de mesas, sillas, sillones, butacas, librerías, utensilios para la cocina, juguetes, cortinas, edredones y plantas para el baño. Y todavía nos falta superar el obstáculo final, el peor de todos: un almacén repleto de estanterías gigantes donde nunca encontramos lo que tan diligentemente hemos apuntado en una hoja con el tradicional mini lápiz.

Estamos en Ikea y estamos cansados y no hay quien se escape a esta regla. Por eso, desde el primer momento, el gigante sueco de la decoración de interiores no ha subestimado la importancia de mimar a sus clientes de la manera más obvia y simple: dándole de comer y de beber sin que tengan que salir del establecimiento en el que se encuentran.

A través de "grandes clásicos" como el perrito caliente (quizás el que más pasiones desata en clientes de todas las edades) y el rollo de salmón con lechuga, hasta llegar a las últimas y más atrevidas novedades como las tapas suecas diseñadas por el chef del Casino de Madrid Paco Roncero, Ikea ha conseguido crear una especie de gastronomía propia y reconocible que quizás no se pueda clasificar de alta cocina, pero que sí es coherente con la marca que está detrás de ella.

El último invento de este sistema gastronómico hecho a imagen y semejanza de Ikea se llama Hem-Bakat Är Bäst, que significa "hecho en casa es mejor" y es un libro de recetas de 140 páginas que recoge treinta clásicos de la pastelería sueca como los bondkakor – galletas caseras a base de almendras; los hallongrottor – con frambuesas; los tradicionales pepparkakor – con jengibre y la sommartårta med bär – una tarta con fresas y arándanos.

Las recetas, según cuenta la responsable de prensa de Ikea en Suecia Ylva Magnusson, provienen directamente del Consejo Sueco de la Pastelería, pero lo que una vez más destaca es el diseño del libro, en el que las materias primas ocupan todo el escenario según un orden minimalista sobre fondos de colores establecido por la estilista Evelina Bratell.

"Traté de comprar diferentes tipos de materias primas" " explica Evelina. "Por ejemplo, en el caso del azúcar: cubos de azúcar, azúcar moreno, etc. pero a menudo he acabado usando las más conocidas, para que fuera más fácil para la gente decir lo que era".

La idea de fotografiar sobre todo los ingredientes ha sido forjada por la agencia de publicidad Forsman Bodenfors y, aunque para cada receta se represente también el resultado final además de las materias primas de las que está hecho, tiene el mérito de conseguir diferenciar este libro de los demás libros de recetas donde todos los pasteles se parecen un poco el uno al otro.

El fotógrafo sueco Carl Kleiner es el autor de la apetitosa secuencia fotográfica que retrae los treinta clásicos de la pastelería sueca y admite que este trabajo para Ikea ha sido probablemente el mejor que le haya sido comisionado hasta ahora.

"He disparado todas las fotos desde una escalera de 4 metros de alto utilizando una luz intensa, que lo abarca todo y muy cálida", explica Carl Kleiner. "Mi foto favorita quizás sea "drömmar" (que significa "sueños") que tiene tan pocos ingredientes y tan aburridos y sin embargo la foto quedó muy bonita. ¿Mi receta favorita? Es una pregunta muy difícil de contestar, hay un montón de recetas deliciosas".

Deliciosas, sí, pero, por lo menos de momento, al alcance solamente de los clientes suecos que efectúen la compra de una cocina o un electrodoméstico en Ikea. Un libro de recetas original, que quizás ni siquiera quiere ser un libro de recetas, pero tan bien diseñado que nos entran ganas de tenerlo en casa ya. Más o menos como nos pasa con todo lo de Ikea.