Pantone Hotel: una mancha de color en el corazón de Bruselas

  • La empresa americana Pantone abre enuno de los barrios más bulliciosos de Bruselas un hotel donde el color es elúnico protagonista.
Habitación naranja del Hotel Pantone de Bruselas
Habitación naranja del Hotel Pantone de Bruselas
lainformacion.com
Alessia Cisternino

Bruselas es una de las capitales europeas más sorprendentes. Cuando lo único que te esperas de esta ciudad tan pequeña donde se concentra el 99% del poder europeo es nada más que tiendas cerradas, seriedad y lluvia, aparece de repente algo que hace que todos los prejuicios se vengan abajo: una joya de la arquitectura del Art Nouveau, la mejor cerveza blanca que hayas probado en tu vida o el inalcanzable nivel de perfección del chocolate. O, por que no, un hotel donde el color, lejos de ser sólo un elemento decorativo, es el único protagonista.

Que la empresa americana Pantone, autoridad mundial en hecho de color desde hace casi medio siglo, buscase inspiración en sus paletas en el momento en el que tuviera que abrir un hotel estaba fuera de duda. Azul, verde, rosa, amarillo, naranja, rojo y marrón. Siete colores, perdón "pantones", diferentes por cada una de las siete plantas en las que están ubicadas las habitaciones de este hotel original y moderno, quizás la maniobra de marketing más ambiciosa hasta ahora de la empresa americana.

El edificio, proyectado por el arquitecto Olivier Hannaert, luce una fachada inspirada en los años 70, donde los colores se alternan en manera asimétrica respetando el orden que tienen en el espectro de luz y ocupa una posición privilegiada en la bulliciosa Avenue Louise. "Paris tiene los Campos Elíseos, Barcelona las Ramblas y Nueva York la Quinta Avenida" afirma Lisa Herbert, vicepresidente ejecutivo del Pantone Hotel. "En la Avenue Louise, las marcas internacionales se mezclan con los productos típicos de Bélgica con un fondo de elegantes mansiones y modernas torres de negocio rodeados por castaños".

El interior del hotel, decorado por Michel Penneman es una especie de vaivén entre pasado y futuro, donde los focos circulares de diferente tamaño con un aire muy "sixties" se mezclan con materiales de última generación como el Corian® que ha conseguido en breve tiempo suscitar la atención y la afición del mundo del diseño gracias al hecho de ser a la vez moldeable y resistente.

Cada habitación del hotel obedece a un mismo criterio estético: paredes y muebles rigurosamente blancos, moqueta negra en el suelo y una imagen abstracta encima de la cabecera de la cama obra del fotógrafo belga Victor Levy. En cada una de estas imágenes (diferentes en cada una de las sesenta habitaciones) predomina el color de la planta en la que está ubicada la habitación, además está traducido en su "código pantone" (así como los colores segundarios y terciarios utilizados en el cuadro) y colocado en la pared lateral.

Algunas de las habitaciones del Pantone Hotel disfrutan de una vista a 360º de Bruselas mientras todas disponen de wi-fi, pantalla LCD, aire acondicionado y de lo demás confort y están decoradas con los más variados objetos de la marca Pantone: desde las tazas hasta las cajas de latas pasando por los productos de baño. Obviamente todo se puede encontrar y adquirir en diferentes puntos del hotel.

Pero quizás la sorpresa más bonita que reserva este hotel son los precios: una noche en una habitación doble cuesta entre 60 y 70 € y también hay ofertas muy atractivas para el fin de semana que incluyen entre otras cosas, además de dos noches en el hotel, una botella de champagne o de Prosecco, desayuno en la cama, una caja de bombones de fino chocolate belga y una de productos para el cuerpo. Una alternativa muy asequible para un romántico o simplemente relajante fin de semana en la capital de Europa.

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