Plantas en verano: de los programadores wifi al barreño de agua

  • No regar en exceso, proteger las plantas del sol y el viento excesivos y utilizar las posibilidades tecnológicas como los programadores wifi para irrigarlas son claves para evitar "bajas" en nuestros jardines y macetas durante los períodos vacacionales, especialmente los veraniegos.

Madrid, 22 ago.- No regar en exceso, proteger las plantas del sol y el viento excesivos y utilizar las posibilidades tecnológicas como los programadores wifi para irrigarlas son claves para evitar "bajas" en nuestros jardines y macetas durante los períodos vacacionales, especialmente los veraniegos.

Los programadores habituales instalados en los jardines pueden ser reemplazados ya por un teléfono inteligente o por una tableta que permiten, a través de una red wifi, controlar tanto el riego y los automatismos del jardín como la recepción de datos climáticos o el análisis sobre el estado de los suelos.

Este sistema se puede usar por ejemplo con el riego por goteo, que en los últimos años ha evolucionado con mecanismos regulables, autolimpiables y de compensación.

Tecnologías que conviven con métodos más tradicionales para cuidar las plantas en vacaciones, desde las hidrojardineras a los conos de cerámica, como solución para mantener sanas y frescas las plantas del hogar evitando dejar la responsabilidad de su cuidado en manos de familiares, amigos o vecinos.

El verano es uno de los momentos críticos en el control del riego, según ha explicado el investigador de la Universidad Pública de Navarra, David Navarro, porque "un golpe de calor puede ser fatal para árboles y arbustos" y además "el viento del este o 'de bochorno' puede arrasar todo un jardín en cuestión de horas".

Según especifica, "en maceta, hay que regar cada dos días y en jardín, según la exposición solar, cada cuatro aproximadamente".

Así lo recoge también la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que plantea varios consejos para que a las plantas no les falte de nada en nuestra ausencia, empleando por ejemplo hidrojardineras: macetas con un depósito inferior de agua separado de la tierra por una base con perforaciones.

"La conexión con el sustrato se realiza por tiras de tejido absorbente o por canales que se rellenan con el propio sustrato", de forma que el agua "asciende por capilaridad, mientras que las perforaciones permiten que el agua que se evapora del depósito acabe en el sustrato" sin encharcar las raíces, según esta organización.

Un procedimiento corriente para distribuir el agua a varias macetas es el riego automático, que funciona por gravedad o por bombeo: una táctica que la OCU recomienda para las plantas en terrazas.

Los conos de cerámica son una solución cuando se trata de pocas macetas, aunque requieren moderación para no ahogar las plantas.

Se trata de recipientes porosos de unos diez centímetros de largo y tres de diámetro que se llenan de agua y se introducen en las macetas; unidos a un depósito mediante un tubo, reponen el agua a medida que se va agotando.

Cuando la ausencia del hogar es corta, es posible sustituir estos métodos por un "gel de riego" o gelatina que contiene agua y se derrite lentamente.

Estos sistemas también pueden compartirse con trucos caseros como el clásico barreño de agua en el suelo de la habitación para que humedezca el ambiente al evaporarse o la fabricación de un pequeño invernadero agrupando todas las plantas, rodeándolas con cubos de agua y cubriendo todo con un plástico agujereado.

Otro arreglo pasa por utilizar un material absorbente, como por ejemplo un cordón de algodón, que actúe a modo de puente entre el barreño y la tierra de la maceta.

En todo caso, los expertos recomiendan la cautela para evitar proporcionar agua en demasía, no ya por criterios ecológicos o económicos sino simplemente para no destruir las plantas.

Martín Lecumberri, responsable de Viveros Irún, recuerda en su blog especializado que, en el 70 % de los casos, el exceso de riego es precisamente el causante de la muerte de las plantas.

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