'Playmates' y fuegos artificiales: las excentricidades del fundador de Megaupload

El fundador de Megaupload, Kim Schmitz o Dotcom, acusado por Estados Unidos de dirigir el mayor portal de piratería informática desde Nueva Zelanda donde está detenido, es un millonario extravagante. Se le conoce también como por Kim Dotcom, Kimble o Kim Jim Vestor, sus alias preferidos.

A sus 37 años, Kim Dotcom es una diez personas más ricas de Nueva Zelanda y se le considera un apasionado de los coches de lujo, las mujeres y de las mansiones. Su vida tiene episodios que se mueven entre el lujo absurdo y la excentricidad. Muchos de ellos las recoge el sitio web fastcompany.com.

En 1994, Schmitz fue arrestado en Alemania por vender tarjetas de crédito robadas. La Policía requisó 80.000 dólares en equipamiento informático en el domicilio del fundador de Megaupload. Más tarde, acudió al juicio cubierto con unas gafas de sol negras, asegurando que le encanta "sentirse como un espía".

Fue condenado a pagar una multa de 20.000 marcos alemanes y estuvo dos años en libertad vigilada. El juez calificó el delito de 'estupidez juvenil'.

Tras los atentados del 11S, el fundador de Megaupload ofreció una recompensa de 10 millones de dólares por la cabeza de Bin Laden . También organizó un grupo de hackers para combatir el terrorismo con una web llamada 'Kill.net'. El objetivo de este proyecto era "investigar las cuentas y las transacciones de dinero de las organizaciones terroristas para enviarle información a las autoridades".

Llegó a decirle al diario Sunday Herald Sun que Bin Laden visitaba a su mujer en Kandahar al menos una vez al mes.

En 2003, Schmitz entró en una clase de yoga cantando el cumpleaños feliz con un megáfono. Participaba en una versión asiática de Jackass. También se le ha visto a menudo pavoneándose en público con chicas 'Playboy' en yates y aviones privados en localizaciones exóticas como Mónaco, Cuba o Brasil.

También en esa época intentó alquilar un antiguo buque nuclear rompehielos de la marina rusa para hacer un viaje con sus amigos por el Polo Norte. No lo consiguió.

El dinero no es un problema para él, ya se ve. Otra muestra son los 500.000 dólares que se dejó en fuegos artificiales para la celebración de Nochevieja de la localidad de Auckland, en Nueva Zelanda, donde además quería crear un inmenso resort para turistas VIP.

Ahora está detenido precisamente en esa ciudad, a la espera de que las autoridades decidan si lo juzgan o si lo extraditarán a los Estados Unidos. Él y sus compañeros comparecerán el próximo lunes ante un tribunal, que fallará sobre la petición de libertad bajo fianza formulada por los representantes legales de los acusados.