Servicios funerarios en internet: de testamentos virtuales a ‘cibervelatorios’

  • Las empresas de servicios funerarios se han multiplicado en la red con la entrada de millones de usuarios en redes sociales y el uso de la tecnología. Ya no hace falta salir de casa para casi nada y mucho menos para poner una vela a una familiar fallecido o disponer del audio de su obituario.
lainformacion.com

Usted quiere ponerle una vela a algún familiar fallecido, ya puede hacerlo sin levantarse del sofá. Que tiene la necesidad de dejar sus últimas voluntades en un testamento virtual, también es posible. Que acudir a un funeral le resulta un incordio o no puede por algún motivo especial, pues puede asistir por videoconferencia. Desde mucho hace tiempo se puede encontrar cualquier servicio en internet, también los relacionados con la muerte.

Muchos de ellos dependen de la personalidad virtual, ese yo replicado en cuentas de correo y redes sociales como Facebook y Twitter. Por eso, los testamentos virtuales son un negocio con demanda. Cualquiera puede dejar escritas sus últimas voluntades, enviadas por mail a familiares y amigos una vez fallecido. LastPost y Nowimgone ofrecen este servicio.

Los usuarios que se dan de alta en LastPost reciben un PDF en el que se explica en qué consiste el servicio y le proporciona un número de socio. La persona escogida para gestionar todo lo necesario tras su muerte será la encargada de entregar su certificado de defunción a esta empresa y así iniciar sus últimas voluntades. Por ejemplo, el envío de una carta escrita por el fallecido a las direcciones y lugares elegidos.

Nowimgone es un servicio muy parecido, en el que cualquiera puede establecer qué se debe hacer tras su muerte: desde el reparto de sus libros o muebles hasta la forma en la que quiere ser enterrado. Esta página web cobra 9,95 libras por una clave, con la que los familiares pueden acceder al servicio y así cumplir sus últimas peticiones.

Sin salir de casa

La tecnología también puede ofrecer otras comodidades. Como algunas funerarias colombianas, que colocan cámaras en un velatorio para que los familiares que no puedan asistir por motivos personales o cuestiones judiciales puedan estar presentes de alguna forma. En este vídeo, un portavoz de una de estas funerarias explica cómo funciona.

Algo parecido hace la empresa FuneralRecording. Este sitio web transmite, en directo y a través de streaming, el funeral de un familiar o un amigo. También ofrece otros servicios como la grabación del acto o registrar los audios de los pésames y obituarios para entregárselos a la familia del fallecido.

¿Y después qué? Pues muchos sentirán la necesidad de rezar por sus seres queridos o ponerles una vela. Y no siempre podrán hacerlo en persona. Tal vez por eso, la Iglesia Ortodoxa abrió un canal este año en el sitio de vídeos Youtube para conseguir que los más jóvenes se acerquen a dios y puedan rezar a través de la red. “Este canal será una manera fantástica de rezar on line”, afirmó el portavoz eclesial.

Otro servicio interesante es el que ofrece mivela.com, con la que se puede encender una vela por internet. La empresa ha alcanzado “acuerdos con los responsables de las distintas devociones, colocando un lampadario digital en el templo”. Cualquier usuario puede prender un cirio junto a la imagen que desee y desde la pantalla del ordenador.

Cementerios virtuales

Los cementerios virtuales se han popularizado en la red después de que millones de usuarios participen en redes sociales de todo el planeta. Tal vez por eso, Facebook lanzó en noviembre de 2009 los llamados “perfiles conmemorativos” de usuarios fallecidos.

La compañía creó el servicio con una condición indispensable: proteger la privacidad de los perfiles. Facebook exige pruebas de la defunción para evitar errores y se garantiza que todo el material relacionado con el difunto será retirado de la red social. Este servicio fue planteado por el jefe de seguridad de la compañía, Max Kelly, que tras el deceso de un amigo se preguntó qué hacer con su perfil.

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