Un 5 por ciento de adolescentes están implicados en casos graves de ciberacosos

  • San Sebastián.- Cerca de un 5 por ciento de los adolescentes españoles están implicados, como agresores o víctimas, en casos "graves" de ciberacoso, pero superan el 20 por ciento los que están inmersos en episodios "moderados" o llevan a cabo prácticas de riesgo por el "uso inseguro" que hacen de Internet.

Un 5 por ciento de adolescentes están implicados en casos graves de ciberacosos
Un 5 por ciento de adolescentes están implicados en casos graves de ciberacosos

San Sebastián.- Cerca de un 5 por ciento de los adolescentes españoles están implicados, como agresores o víctimas, en casos "graves" de ciberacoso, pero superan el 20 por ciento los que están inmersos en episodios "moderados" o llevan a cabo prácticas de riesgo por el "uso inseguro" que hacen de Internet.

Son datos "estimados" sobre un problema "emergente" en constante y rápida evolución que resulta difícil de detectar y medir, y que afecta principalmente a menores de entre 12 y 17 años, ha explicado a Efe la profesora de Psicología de la Universidad de Córdoba Rosario del Rey, miembro del Laboratorio de Estudios sobre Convivencia y Prevención de la Violencia (LAECOVI) y del Equipo Multidisciplinar de Investigación sobre "Ciberbullying" (EMICI).

Esta experta ha sido la encargada de presentar hoy, dentro del I Congreso Internacional de Ciudadanía Digital que se celebra en el Palacio Kursaal de San Sebastián, el primer protocolo de actuación e intervención escolar ante el "ciberbullying".

El documento ofrece, según ha indicado, una serie de "orientaciones y recursos de ayuda" para que profesores y padres puedan saber si los menores están implicados en casos de acoso a través de la Red, cómo "verificar las sospechas" y, en último término, qué medidas adoptar.

"Lo más difícil es detectarlo", por lo que el protocolo incluye una "lista de indicadores" sobre el comportamiento de los chavales que pueden "dar la alerta", ha señalado Del Rey, quien ha precisado que la práctica de "compartir 'passwords' o claves" o la negativa del menor a hacer actividades en lugares donde no haya conexión y no pueda llevarse el ordenador, son "pistas" a tener en cuenta.

Se trata de "comportamientos de riesgo en el uso y abuso de las nuevas tecnologías" que levantan sospechas y que, según marca el protocolo presentado, necesitan una verificación para saber si realmente existe un caso de ciberacoso.

El documento ofrece para ello abundante información sobre "cómo recabar pruebas", lo que dependerá, ha indicado la experta, de la tecnología y la vía que se esté usando. "No es lo mismo -ha dicho- un 'ciberbullying' a través del correo electrónico, que dentro de una web o por medio de vídeojuegos".

Para eso el protocolo propone, ha agregado, la utilización de "programas específicos que ayudan a grabar el historial y a dejar constancia de lo que está sucediendo en el entorno virtual".

Y una vez detectado y verificado, entran en juego las medidas a adoptar, de "reparación del daño" causado, como "pedir disculpas y deshacer lo que hace sufrir a la víctima", en el caso del agresor, y proteger y ayudar a ésta última a "restablecer las habilidades sociales que haya podido perder" como consecuencia del episodio.

La profesora Del Rey ha incidido en "la reeducación y sensibilización" de todas las partes implicadas sobre el daño que producen este tipo de situaciones, ya que a veces los menores no tienen conciencia de lo que hacen. "Creen que están actuando en un entorno privado, una red de amigos -ha dicho- y no saben que esa información se puede compartir y manipular".

"El problema del 'ciberbullying' reside en la potencial audiencia, pues puede que nadie lo vea pero también que lo vea todo el mundo; y ésa es la presión con la que vive la víctima".

El protocolo presentado hoy en San Sebastián, desarrollado de forma multidisciplinar por expertos en Derecho, Psicología, Pedagogía y Sociología, es de tipo preliminar, por lo que a partir de ahora será testado en algunas escuelas del País Vasco, dada la implicación directa del departamento de Educación del ejecutivo de Vitoria.

Tras analizar su funcionamiento y perfeccionarlo, será previsiblemente extendido en el futuro al resto de comunidades autónomas.

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