Vuelta al cole... y a la rutina

Teresa Díaz

Madrid, 9 sep.- La palabra "rutina", olvidada de nuestro vocabulario hasta hace muy poco por las benditas vacaciones, vuelve esta semana a golpearnos con fuerza con el inicio del curso escolar, pues las mochilas, los atascos o las prisas por llegar a todas partes a la vez regresan a nuestras vidas diarias.

Como dice la famosa canción del Dúo Dinámico "el final del verano llegó" y con él "la vuelta al cole" que, no por habitual, deja de ser un episodio al que cada año las familias se enfrentan con inquietud.

Aunque las clases de Primaria ya han comenzado en algunas comunidades autónomas, hoy lo hacen en Madrid, La Rioja y Ceuta y Melilla, y entre mañana y el viernes lo harán en prácticamente toda España, salvo Cataluña, donde los alumnos no volverán a las aulas hasta el próximo lunes.

Los niños, que durante el verano han visto cómo sus horarios se flexibilizaban, deben ahora enfrentarse a una rutina diaria que les obliga a madrugar y, por consiguiente, a acostarse más temprano.

Para que esto no suponga un trauma, la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios en España aconseja un periodo de transición las semanas previas, en las que progresivamente se vaya adelantando la hora de acostarse y de despertarse.

Según la Asociación Española de Pediatría (AEP,) el inicio de las clases es un "momento idóneo" para incorporar "rutinas saludables" en los niños que pasen a formar parte de su estilo de vida y les ayuden a crecer sanos, una tarea que corresponde a los padres.

Unos padres que también durante las vacaciones escolares se han "liberado" de algunas obligaciones y que ahora deben reprogramarse para cuadrar sus horarios y lograr que cada miembro de la familia llegue a su destino sin contratiempos.

Así empieza una "lucha" diaria en la que el primer combate se gana si se consigue salir de casa a la hora prevista y con las mochilas y uniformes, en el caso de aquellos que los usen, en perfecto orden de revista.

No han tenido que esforzarse mucho en preparar su atuendo escolar los alumnos de varios colegios de la Comunidad Valenciana, que optaron por un uniforme playero, compuesto por bañador y chanclas, con el que combatir las altas temperaturas de las aulas.

Una ola de calor marcó el inicio del curso el pasado día 3 en esta comunidad -la más madrugadora- e hizo que en algunas clases los termómetros llegaran hasta los 35 grados cuando la normativa fija un máximo de 27.

Si salir de casa sin olvidar nada puede ser una odisea, no lo es menos enfrentarse al tráfico una vez en la calle, especialmente en las grandes ciudades, donde inicio de curso es en ocasiones sinónimo de atasco.

Autobuses escolares y urbanos y vehículos particulares tienen que competir por llegar a su destino lo antes posible.

También con motivo del comienzo de las clases, la Dirección General de Tráfico ha puesto en marcha una nueva campaña de concienciación sobre la obligatoriedad del uso del cinturón de seguridad y, especialmente, de los sistemas de retención infantil.

La DGT recuerda que "las prisas y los desplazamientos cortos para llevar o recoger a los niños del cole no son excusas para no llevar siempre puesto el cinturón de seguridad y a los niños anclados en sus sillas respectivas".

A los nuevos horarios, ahora más rígidos, no es a lo único a lo que se tienen que acostumbrar los estudiantes en su vuelta a las aulas. También, en algunos casos, tienen que cambiar la comida casera por la del colegio.

Eso para los afortunados que optan al comedor escolar porque sus padres pueden costearlo o porque se benefician de una beca. Ayer, la ONG de cooperación Educo pidió un programa encaminado a que ningún niño se quede sin este servicio, ya que para muchos es la única vía de tener una alimentación saludable.