Si les pedimos que señalen en el mapa la región de Flims, apostaríamos que no sabrían donde apuntar con su dedo, si les damos la pista de que es una región suiza, podrían intentar adivinar con mayor o menor margen de error. Si les indicáramos que está muy cerca de la que se ha considerado en numerosas ocasiones como la mejor estación de esquí, Laax; muchos de ustedes ya sabrían de qué les estamos hablando y pondrían su dedo en el sitio correcto del mapa. Si a sus 325km de pistas y nieve garantizada añadimos el encanto de hospedarse en el Waldaus Flims Hotel, el destino es imbatible.
Flims está situada a lo largo de la carretera que asciende al paraíso de nieve de Laax. Por un lado reserva sus bosques para esconder de la mirada de los curiosos las maravillosas mansiones de millonarios que van en busca de nieve y tranquilidad y por otra mantiene a la vista de los curiosos, algunos de sus principales atractivos como el hotel Waldhaus. Un establecimiento que aunque data del Siglo XIX, ha sido renovado de arriba abajo recientemente, incorporando todas las comodidades propias de este siglo. El Waldhaus Hotel dispone de un servicio de transporte gratuito hasta el telesilla.
Podríamos definir a Peter Silling, el encargado de llevar a cabo esta reforma, como el Norman Foster del diseño de interiores. Silling ha incorporado a un magnífico hotel con más de cien años, las dosis extra de comodidad y confort que se espera de un establecimiento así. Situado a diez minutos andando del centro de Flims, se encuentra ubicado en un paraje de extraordinaria belleza natural. Las vistas a la montaña nevada, blanca, cubierta de un tupido bosque de pinos verdes que se disfruta desde cualquier habitación, relaja y desestresa por sí solo.
El Gran Hotel, uno de los tres edificios que componen el complejo, data de 1877. Su imponente y elegante fachada se mantienen tal y como fue concebida en su diseño original. En el interior los techos altos, y las molduras de otra época, nos recuerdan su clasicismo refinado pero un número bien seleccionado de piezas de arte abstracto, bien combinadas con alfombras de diseño...más modernas y vibrante; realzan y refuerzan la elegancia del lugar. Su espectacular ascensor de cristal, asciende por el hueco de la escalera cuyo pasamanos de maderas nobles, nos hacen viajar constantemente de la elegancia clásica al práctico modernismo.
Las habitaciones combinan colores que en principio pudieran parecer desconcertantes, pero que sin embargo funcionan perfectamente. Pero si en un establecimiento de este tipo, la comodidad de las habitaciones está garantizado, la calidad de la cocina de sus tres restaurantes está fuera de toda duda; su spa sobrepasa lo esperado. Si tienen una idea preconcebida de como debería ser su spa perfecto, olvídenla ¡Es mejor aún! Un Hamman, saunas separadas por sexo ya que es obligatorio disfrutarlas desnudos, una zona de aguas fabulosa y un área exclusiva dedicada a los tratamientos; le impulsarán a bajar antes de las pistas para disfrutar del descanso y el relax merecido en su gran Spa.
Waldhaus Hotel, Via del Parc 3, Flims, Suiza
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