'So much guitar' (1961). Wes Montgomery.
Una pasada, con Hank Jones al piano, Lex Humphries a la batería y Ray Barretto a la conga. Sin duda uno de los mejores discos de Wes Montgomery con ocho temas (dos propios y el resto ajenos) de altísimo octanaje.
'E.S.P.' (1965). Miles Davis.
Mejor aún que Seven Steps To Heaven (1963), porque Carter, como el resto de la banda, se implica en la composición. En cualquier caso, cualquier colaboración entre Carter y Davis, o entre Carter y el resto de la banda, resulta recomendable.
'Alone Together' (1971). Jim Hall & Ron Carter.
Con guitarra y bajo, calma y voluptuosidad a base de standards y alguna espléndida perla propia. Un álbum preciosista, elegante, muy rompedor en su día por su austeridad y la inesperada sensualidad que de ella emana.
'Sunflower' (1972). Milt Jackson.
Junto al gran vibrafonista, de nuevo Herbie Hancock, más Freddie Hubbard, Cedar Walton, Jay Berliner y Billie Cobham. Una lección combinada de ritmo, swing y soul realmente extraordinaria, con Milt Jackson en plenitud de facultades.
'1 + 3' (1978). Ron Carter.
Cuatro largos temas de Carter grabados en Japón con viejos conocidos: Herbie Hancock, Tony Williams y Hank Jones. Japón fue el país donde Carter alcanzó antes el predicamento que hoy tiene todo el mundo.
'Monk Suite' (1985). Kronos Quartet.
Carter se pone al servicio del combo clásico más crossover para reivindicar la obra de Thelonious Monk, un compositor que no pasó por el conservatorio. Un homenaje a las raíces clásicas.
'The best thing for you' (1989). Chet Baker.
Grabado en 1977, salió póstumamente. Chet en un momento espléndido respaldado por Paul Desmond, Tony Williams y John Scofield. Elaborado con los descartes de 'You can't go home again' tras la muerte de Baker el año anterior.
'The Hardbop Grandpop' (1996). Horace Silver.
El mejor álbum de madurez del gran pianista de origen caboverdiano. La muy percusiva utilización del piano por parte de Horace Silver fue una influencia importante en Carter. Una devolución de favores.
'When skies are grey' (2000). Ron Carter.
Un homenaje póstumo inmediato a su compañera de más de 40 años, Janet Carter, en clave latina. Aunque el bajo se explaya, dolido y discreto, hay que descartar la colaboración del pianista Stephen Scott.
'Bill Frisell, Ron Carter, Paul Motian' (2006)
Un triunvirato de veteranos en estado de gracia resuelve en dos días un disco espléndido. Si la esencia del jazz es la improvisación, la 'jam session', estos tres mosqueteros saben empaquetarla como salida de una partitura.
'My personal songbook' (2015). Ron Carter.
Una antología clamorosa acompañado de la 'big bang' de la Radio Occidental de Alemania (WDR). Un sonido exuberante y a la vez contenido, un ejercicio espléndido de jazz orquestal como hace tiempo que no oíamos.
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