Escapada navideña

Siete ciudades europeas que merecen la pena visitar en invierno y no en verano

A pesar de no ser la época del año más popular para realizar un viaje, visitar una ciudad de Europa en pleno invierno nos brinda un punto de vista diferente y un recuerdo original al igual que imborrable. 

Helsinki, la capital de Finlandia
Helsinki, la capital de Finlandia
Unsplash | Julius Jansson

Sin duda alguna el invierno  aporta un punto de vista diferente en todos los sentidos. A pesar de que sea la estación preferida para algunos, y la más detestada para otros, a multitud de ciudades el frío y la nieve les da un toque más que interesante. Cualquiera que sea la razón, la atmósfera que envuelve los siguientes sitios destaca por multitud de razones. Una de ellas son la cantidad de adornos navideños que pueblan sus calles. Una vez te decidas por tu próximo destino, no olvides incluir en tu maleta un buen abrigo y una bufanda.

Tallin, Estonia

Tallin Estonia
Unsplash | Ruslan Valeev

Tallin, la capital de Estonia, es una ciudad que se congela en el tiempo como si se tratase de un cuento de hadas. Su casco histórico está rodeado por una muralla medieval compuesta por multitud de torres de vigilancia con tejados puntiagudos. En su interior, un entramado de calles adoquinadas y edificios antiguos de madera o tonos pastel nos traslada directamente a la Edad Media. 

El centro de esta ciudad lo corona la plaza del mercado. Allí se encuentra el antiguo ayuntamiento, construido en el 1404, convirtiendo al edificio en uno de los más antiguos del Mar Báltico. Las tiendas locales de artesanía nos sumergirá en el folklore nórdico. Además, encontrarás numerosos cafés y restaurantes donde tomar un chocolate caliente o un glöggi, una variedad de vino que se sirve caliente. 

Estrasburgo, Francia

Estrasburgo Francia
Unsplash | Kanan Khasmammadov

Esta ciudad francesa se corona como un escenario navideño personificado. La decoración que allí engalana las calles y escaparates es de otro planeta. No hay ningún rincón que se escape a las luces parpadeantes. Además, los puestos de mercadillo se esparcen por toda la ciudad más allá de la plaza del mercado al lado de su catedral. Una recomendación particular es visitar el de Petite France. Asimismo, Estrasburgo cuenta con una variada lista de sitios que visitar: desde las orillas de su río que lo separa de la limítrofe Alemania o el ambiente que reina en el casco antiguo. 

Estocolmo, Suecia 

Estocolmo Suecia
Unsplash | Micael Widell

La capital de Suecia siempre se cubre de una capa de nieve todos los inviernos. El frío es tal que en ocasiones el propio Mar Báltico se congela también. Su casco antiguo se concentra en una isla. Este original y particular conjunto urbano recibe el nombre de Gamla Stan. Allí uno se puede perder entre sus esquinas, calles y casas tradicionales con tejados triangulares y puntiagudos. Esta encantadora atmósfera se complementa con el entramado de islas, canales y puentes que forman la ciudad de Estocolmo. A pesar de que la ciudad también merece ser visitada en verano, lo preparada que está la cultura nórdica para el invierno la convierte en un destino perfecto. 

Helsinki, Finlandia

Helsinki Finlandia
Unsplash | Jaakko Kemppainen

Otra guinda de este pastel invernal la conforma Helsinki. Esta otra capital báltica también sufre una original invasión de luces navideñas y cuenta con multitud de cafés donde refugiarse del frío. El barrio de Esplanade tiene un ambiente bullicioso y festivo en cualquier momento del día. Además, en la zona del puerto viejo se organiza un mercado cubierto. Allí podrás explorar todas las cabañas de madera donde las artesanías se convierten en las protagonistas. Cabe recordar que una de las postales más icónicas de la ciudad es la vista a la plaza de Catedral de Helsinki donde cada navidad se erige un árbol. 

París, Francia

París Francia Invierno
Unsplash | Jean-Baptiste D

A pesar de que la ciudad se vacía del bullicio de turistas que la pueblan en el verano, el invierno convierte a la capital en un lugar perfecto para poder perderse libremente. Su hermosa arquitectura a veces se tiñe de blanco cuando alguna gélida borrasca visita el norte de Francia. En caso de que esto suceda, sería el momento perfecto para visitar la Torre Eiffel. Las vistas teñidas de blanco desde el Campo de Marte son espectaculares, y más aún sin gente. Por otra parte, cada invierno París sufre una invasión de pistas de hielo donde poder calzarse unos patines. La más popular es la de Gran Palais

Edimburgo, Escocia 

Edimburgo Escocia
Unsplash | Adam Wilson

La capital de Escocia es conocida por su particular encanto. Pero, sin duda, este crece en invierno más allá de la Navidad. Sus calles empinadas hasta el castillo que corona el paisaje se inundan de una atmósfera especial. Alrededor del Año Nuevo los escoceses festejan y celebran Hogmanay, una festividad tradicional en la que las procesiones de antorchas pueblan muchas de sus calles, como la Royal Mile. Además, su conocido Jardín Botánico organiza un hermoso espectáculo de luces.

Hamburgo, Alemania

Hamburgo Alemania
Hamburgo Alemania
Unsplash | Philippe Oursel

Una vez llega el invierno los canales y lagos que conforman esta ciudad guardan sus botes y los remeros se sustituyen por las luces de Navidad. Además, estos generalmente se congelan y la gente se tira a ellos a patinar y caminar. En su entramado de calles podrás comprar sus tradicionales salchichas en multitud de puestos. Básicamente puedes hacer un picnic al lado del hielo. Asimismo, al lado de la moderna Elbphilharmonie se suceden conciertos convirtiendo a este lugar en un escenario icónico junto a la Iglesia de St. Michaelis. Con los mercadillos navideños, en especial el de la plaza del ayuntamiento, Hamburgo se erige como un destino seguro para disfrutar en invierno. 

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