Bayer registra una jornada histórica en bolsa. Los títulos de la farmacéutica se desploman más del 17%, hasta los 34 euros, en el parqué alemán después de finalizar un estudio con el medicamento anticoagulante Asundexian para reducir el riesgo de derrame cerebral y tras un nuevo revés jurídico en EEUU. Los inversores castigan a la compañía después de dar por concluido el estudio con Asundexian, con el preveía incrementar de manera significativa sus ventas y sustituir a Xarelto a partir de 2026, por falta de eficacia.
A esto se suma el revés judicial en Estados Unidos por el que deberá pagar 1.560 millones de dólares (unos 1.430 millones de euros) por el glifosato que está presente en el herbicida RoundUp después de que un juicio con un jurado imparcial diera la razón a los demandantes, que responsabilizaron al herbicida del cáncer que padecen.
Estos acontecimientos ponen contra las cuerdas a Bill Anderson, que asumió el cargo como consejero delegado en junio. Durante la presentación de los resultados trimestrales, el grupo desveló que tantea una posible segregación de su división agrícola (CropScience) o de medicamentos sin receta (Consumer Health), pero no se contempla la escisión de estas unidades, lo que dividiría la multinacional en tres empresas.
A este respecto, Bayer contempla un plan de despidos por el que ejecutará despidos, eliminando puestos a niveles de gestión y coordinación después de contabilizar unas pérdidas de 4.278 millones en contraste con el beneficio de 3.539 millones registrado en el mismo periodo del año anterior a causa del impacto de atípicos. En concreto, el deterioro de activos del negocio agrícola a causa de las subidas de los tipos de interés, le ha supuesto 7.224, cifra que incluye un efecto negativo de 4.303 millones en el tercer trimestre.
Con el roto de este lunes, que ha arrasado con más de 7.700 millones de capitalización bursátil y pasa a valer 32.965 millones, se eleva la presión sobre Anderson, a la que el mercado pide un cambio de rumbo. La caída de este lunes arrastra a Bayer a registrar pérdidas en el cómputo anual, con un retroceso cercano al 30%, figurando como el segundo valor del Dax alemán que más cae, después de Siemens Energy (32,1%) que también ha sufrido un tropiezo bursátil recientemente a raíz de los problemas derivados de la integración de su filial, Siemens Gamesa en la matriz.
