21-N, Día del Inversor

Siemens Energy logra el respaldo estatal para seguir troceando a la antigua Gamesa

El grupo alemán presentará la semana que viene (21 de noviembre) un plan de  desinversiones y una revisión estratégica de su actividad eólica después de las pérdidas masivas con las que acaba de cerrar el año.

Maria Ferraro, directora financiera de Siemens Energy, y Christian Bruch, consejero delegado.
Maria Ferraro, directora financiera de Siemens Energy, y Christian Bruch, consejero delegado.
Siemens Energy vía L. I.

Siemens Energy, la división de gas, petróleo y redes que se escindió de Grupo Siemens AG en 2020 y terminó absorbiendo la eólica Siemens Gamesa en 2022, ha logrado esta semana el espaldarazo estatal de Alemania a su nueva hoja de ruta, que será presentada al detalle el próximo martes 21 de noviembre en el Capital Markets Day (CMD), o Día del Inversor, con el foco centrado en la transición del gas natural al hidrógeno y una reorientación de su apuesta por la eólica marina (offshore) después de la cancelación de un fábrica en EEUU y el frenazo de los proyectos de la danesa Orsted, uno de sus principales clientes en ese segmento.

El holding ha incorporado al Gobierno de Olaf Scholz como avalista principal (7.500 millones de euros) dentro de un esquema de garantías por valor de 12.000 millones de euros con un consorcio de bancos. Deutsche Bank lidera otro aval de 1.000 millones y Siemens AG también se ha involucrado por exigencia gubernamental. La compañía ha extendido su petición de garantías públicas tanto al Gobierno español como a otros actores públicos como la Comisión Europea y el Banco Europeo de inversiones (BEI), aunque sin concretar ni las cifras ni las contrapartidas.

Más allá de las garantías también habrá inyección de capital vía desinversión. Siemens AG, ex matriz de Siemens Energy -solo controla un 25% del capital directo y un 6% adicional con el fondo de pensiones del grupo- asumirá hasta 1.000 millones en pérdidas de su participada y comprará un 18% que no controla de Siemens Ltd India con un amplio descuento (15-20%) sobre la cotización en bolsa. 

Esta operación permitirá a Siemens Energy ingresar 2.100 millones de euros de capital con los que reforzar su dañado balance tras las pérdidas masivas de 4.588 millones de euros en su ejercicio fiscal 2023 que terminó en septiembre. El objetivo  del esquema de avales es permitir que la empresa siga desarrollando nuevos proyectos eólicos sin incurrir en gastos bancarios desorbitados. La cartera de pedidos actual que alcanza los 112.000 millones de euros.

Algo se ha roto en Dinamarca

La cara B del nuevo plan estratégico será la eólica tanto terrestre (onshore) como marina (offshore), que se encuentra bajo revisión una vez más. El consejero delegado de Siemens Energy (Gamesa), Christian Bruch, volvió a señalar al área eólica como fuente de problemas y unas pérdidas que "duelen", al tiempo que avanzó que habrá novedades aunque con mesura. "No tomaremos medidas explosivas la próxima semana", prometió en la conferencia de prensa intentando quitar tensión a la posibilidad de nuevos recortes de empleo en el área eólica.

Fuentes financieras apuntan a 'La Información' que Siemens Energy sí trasladará cambios relevantes en Siemens Gamesa aunque con un enfoque país. La empresa ha entrado en conversaciones con el Gobierno español para que participe en el esquema de macroavales y el Ministerio de Industria de Héctor Gómez se ha mostrado dispuesto a participar a través de Cesce, la aseguradora de crédito que está controlada por Patrimonio del Estado, Santander y BBVA.

Siemens Energy busca recuperar el favor de los inversores y sus nuevos stakeholders públicos con un repliegue apoyado en métricas objetivas. Dinamarca se ha situado esta vez bajo los focos debido a los fallos de diseño de algunas de las turbinas eólicas de la compañía y el retraso en la entrega de proyectos. Los daneses son los empleados más numerosos en Siemens Gamesa con 5.584 al cierre de 2022, seguidos de España (5.102), India y Alemania con unos 3.000 cada uno.

Sin embargo, la unidad nórdica registró un desplome del 60% en los ingresos en 2022 y disparó sus pérdidas a 622 millones de euros. España, en cambio, aportó 122 millones de beneficios y duplicó los ingresos por encima de los 1.000 millones, su cifra más alta desde que está bajo control alemán. La cúpula de Munich se ha propuesto alinear sus centros de producción con los de ingeniería y en ese tándem Dinamarca se ha quedado fuera de juego.

Analistas consultados por este diario apuntan a que esa dinámica podría haber continuado a lo largo de 2023 y señalan a las provisiones masivas de la eólica de Orsted, propiedad estatal de Dinamarca en más de un 50%, como la gran fuente de los problemas de Siemens Gamesa. El grupo energético (antigua Dong) contabilizó un golpe contable de 3.800 millones de euros tras cancelar proyectos en EEUU.

La amplia presencia danesa del grupo alemán se debe a los orígenes de la parte eólica procedente de Siemens, que no era rentable antes de su matrimonio con Gamesa y sigue sin serlo. En 2016, Deutsche Bank diseñó para Siemens un plan para arreglar el problema de falta de rentabilidad que el grupo alemán tenía entonces con su filial eólica Siemens Wind Systems. Al año siguiente se pactó con Iberdrola la fusión con Gamesa para crear la mayor compañía eólica del mundo.

El banco alemán planteó la toma de control de la española como una operación defensiva porque Gamesa estaba a punto de irrumpir junto a la francesa Areva en la eólica marina con una nueva empresa llamada Adwen. Los molinos en el mar eran territorio de Siemens, que operaba sobre todo desde Dinamarca. Sin embargo, la compañía alavesa liderada entonces por Ignacio Martin era la que más crecía, sobre todo, en países emergentes (India y Latinoamérica). 

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