Bruno Patain (Eurizon)

"Salvo errores de política monetaria, 2022 debería ser de baja volatilidad"

Bruno Patain, Country Head de Eurizon en España, repasa cuáles son los aspectos a tener en cuenta, además del potencial de la renta fija china, las cuestiones ESG o estrategias para mitigar la volatilidad.

Bruno Patain, Country Head de Eurizon en España
Bruno Patain, Country Head de Eurizon en España
Eurizon

El mercado se abre paso con nuevos temas que ya tienen en el foco los inversores. Bruno Patain, Country Head de Eurizon en España, repasa cuáles son los aspectos a tener en cuenta, además de hablar sobre el potencial de la renta fija china, la visión de la gestora sobre las cuestiones ESG, que de hecho cuenta con uno de los fondos de bonos más verdes más grandes del mercado europeo, o las estrategias que está impulsando para mitigar la volatilidad de las carteras.

El mundo asiste a una crisis energética cada vez más fuerte, la inflación no para de crecer, los cuellos de botella amenazan los suministros... ¿Está tan mal el fondo para los mercados como parece?

La inflación, especialmente la estadounidense, parece estabilizarse tras el pico alcanzado a principios del verano. La crisis energética es, sin duda, un tema para el mercado y, si se mantuviera estructural, tendría repercusiones a medio plazo en el crecimiento. Sin embargo, la producción de petróleo podría ajustarse rápidamente a las nuevas necesidades si se llegara a un acuerdo político, a diferencia de los cuellos de botella, que tardan más en ser absorbidos. Los cuellos de botella son algo con lo que los inversores tendrán que convivir durante algún tiempo. De hecho, las cadenas de producción mundiales están dimensionadas para economías que crecen a una velocidad normal, no en rápida aceleración. 

El crecimiento medio de EEUU fue del orden del 2,5% y el de la UE del orden del 1,5%, mientras que las estimaciones actuales para 2021 prevén cifras mucho más importantes. Por tanto, será necesario que las distintas economías encuentren su velocidad de crucero de crecimiento cíclico y que las cadenas de producción se adapten a los nuevos volúmenes. En general, el contexto sigue siendo positivo, la inflación parece ralentizarse, aunque los bancos centrales menos acomodaticios pretenden apoyar el crecimiento, que sigue siendo sólido, aunque en fase de normalización.

Parece que uno de los temas del momento es, por un lado, ese menor crecimiento económico e inflación y, por otro, el inicio del tapering en Estados Unidos. ¿De qué manera afecta este cóctel a la construcción de las carteras?

La transición del crecimiento cíclico de una fase de aceleración a una fase de normalización es más bien fisiológica. La decisión de la Fed de reducir los estímulos se apoya en el hecho de que el nivel actual de inflación se debe a la falta de oferta, por lo que no parece muy productivo seguir estimulando la demanda dado que las cadenas de producción tardarán varios meses en ajustarse a los nuevos volúmenes de crecimiento. Desde el punto de vista de la construcción de carteras, la normalización del crecimiento es un hecho positivo a medio plazo con las temporadas de beneficios que van bastante bien sugiere una postura positiva gradual en la renta variable, mientras que la senda de normalización (subida) de los tipos confirma la postura negativa en la duración.

Venimos de un 2020 donde tras un shock se produjo una gran recuperación en los mercados. 2021 ha dado continuidad a ese movimiento. ¿2022 puede ser el año de más correcciones y ajustes de cartera?

2022 será sin duda un año de transición, pero no tanto del crecimiento a la recesión como de la aceleración al crecimiento a velocidad normal y sostenible. Los bancos centrales se confirman, hasta la fecha, como partidarios también para 2022, al igual que se confirman muchos de los nuevos paquetes de estímulo fiscal. El mercado laboral será uno de los focos de atención especial. La plena recuperación de la economía real será el punto clave para definir el momento en que se confirmarán o reducirán los estímulos monetarios y fiscales.

¿Cuáles son las estrategias que están impulsando ahora desde Eurizon para mitigar la volatilidad de las carteras?

Salvo posibles errores de política monetaria por parte de los bancos centrales, creemos que 2022 debería ser un año de baja volatilidad. En cualquier caso, como es habitual, pondremos en marcha acciones tácticas para mitigar el riesgo y aumentar los activos defensivos (estrategias sobre volatilidad, exposición al Yen) después de fases especialmente exuberantes, con un enfoque táctico contrario.

¿Por qué ven atractivo en renta fija china? ¿Apuestan por la parte corporativa o gubernamental?

En Eurizon vemos muy atractivo la renta fija china por varias razones. Por un lado, estamos hablando de la segunda economía del mundo, que sigue aun creciendo de forma notable. No obstante, la presencia de activos financieros chinos en las carteras de inversores internacionales es aún mínima, a pesar de ser el segundo mercado de deuda del mundo, detrás del estadounidense. Apostamos principalmente por la parte gubernamental, porque su deuda pública y semipública está siendo incluida de forma creciente en los mayores índices de renta fija del mundo y esto hace que los grandes inversores institucionales se fijen cada vez más en el activo. 

Luego, ofrece una volatilidad baja y un rendimiento positivo real, lo que ya no encontramos en la mayoría de los países desarrollados. Además, funciona como un auténtico activo refugio, retornando rentabilidades positivas en todas las situaciones de alta volatilidad vivida en los últimos 15 años. Es decir, que para nada tiene un perfil de riesgo que recuerda a otros mercados emergentes. Al contrario, su comportamiento en situaciones de crisis recuerda al de la deuda pública de los países desarrollados. Dicho esto, la parte corporativa se está volviendo cada vez más interesante como consecuencia del saneamiento del sector privado y los diferenciales se están volviendo atractivos. De cara al futuro, tiene sentido considerar la parte corporativa.

La mayoría de las gestoras, activando las luces de largo alcance, se están centrando en factores ESG. ¿Desde Eurizon están en esa sintonía? ¿Por qué?

Es cierto que cada vez más las gestoras de activos están centrándose en factores ESG. Sí, desde Eurizon estamos en esa sintonía. Y por una razón sencilla: estamos convencidos que las empresas que incorporan los factores ESG en sus propias estrategias y modelos operativos tienen mayores probabilidades de obtener beneficios sostenibles en el tiempo y, por consecuencia, de aumentar su valor, tanto en términos económicos como financieros en el largo plazo. Muy relevante es la creciente regulación en este sentido, como está siendo el caso en Europa con la reconstrucción post-pandemia bastante enfocada a proyectos verdes. Por lo tanto, para nuestras carteras vemos la integración de metodologías ESG como un elemento fundamental para conseguir rentabilidades sostenibles en el tiempo para nuestros clientes.

Precisamente ustedes cuentan con uno de los fondos de bonos verdes más grandes del mercado europeo, ¿cuál es la estrategia de este producto y como genera su rentabilidad?

Los bonos verdes son activos relativamente recientes que están cogiendo mucha relevancia por el compromiso de la unión europea, pero también de otras potencias como los EEUU y China, de dirigirse a un mundo más sostenible. Porque el desafío climático es real y hay que avanzar rápidamente en mitigar los efectos cambio climático. En breve tendrá lugar la COP 26 en Glasgow y se espera un fuerte compromiso de muchos estados. Para implementar el cambio hacia mayor sostenibilidad, los bonos verdes tienen un papel clave, al servir para financiar o refinanciar proyectos con un impacto positivo para el medioambiente. Ya es un hecho que la emisión de bonos verdes sigue creciendo. Como ejemplo, España emitió su primer bono verde hace poco y el Reino Unido también.

En cuanto nuestro fondo, que cuenta con un patrimonio de 2.322 millones de euros a finales de septiembre, invierte de forma global, incluyendo China y países emergentes, y en emisiones gubernamentales y corporativas. Nuestra estrategia es bastante única, porque se trata de un fondo enfocado en minimizar riesgos, y por lo tanto la volatilidad en situaciones complejas para la renta fija, gestionando activamente la duración en cuanto tipos de interés, la exposición a divisas y a crédito. Gracias a ello, conseguimos un atractivo perfil de rentabilidad/riesgo y generar una mejor rentabilidad. Ofrecer una exposición global a bonos verdes, pero con menor riesgo que el índice correspondiente o la competencia ha llamado la atención de inversores institucionales y minoristas y explica su destacado éxito comercial en Europa.

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