Máximos históricos

Las compañías innovadoras dentro del Nasdaq sortean la gran burbuja de activos

Las grandes tecnológicas siguen estirando a las bolsas estadounidenses a nuevos máximos pese a las subidas de tipos de interés con una temática de inversión predominante: la inteligencia artificial.

Cartel del Nasdaq en Times Square, Nueva York.
Cartel del Nasdaq en Times Square, Nueva York.
EUROPA PRESS

En las últimas semanas está creciendo un debate en Wall Street que se está ampliando mucho más allá. Tiene que ver con la gran subida que ha acumulado el Nasdaq, conquistando máximos históricos y con un impulso desatado, derivado de las grandes tecnológicas y el auge que representa a futuro la temática de la inteligencia artificial. ¿Realmente queda camino para sacar rendimiento en este espacio? ¿Hay posibilidades aún en el plano de la inversión?

Aunque las valoraciones de los índices estadounidenses ponderados por igual (sin tener en cuenta su capitalización) no son demasiado elevadas, los títulos tecnológicos de megacapitalización presentan una valoración razonable, según apuntan algunos expertos. El actual protagonismo de los estos valores en los índices estadounidenses constituye un riesgo importante en caso de que se produzca un cambio en la confianza del mercado motivado por los tipos y la aversión al riesgo.

El índice S&P 500 registra la mayor concentración desde la década de 1970. Uno de los segmentos del mercado con mayor margen de crecimiento en 2024 es el de las compañías de baja capitalización. En diciembre de 2023, las diez mayores compañías del S&P 500 representaban el 30,9% de la capitalización de mercado del índice, frente al 26,6% que ponderaban en marzo de 2000 las diez mayores empresas del índice en aquel momento. Ahí está la gran duda sobre la salud o no de estas firmas en este momento.

¿Es la inteligencia artificial sostenible en el mercado viendo el contexto actual? La IA no es nueva, existe desde hace ya mucho tiempo. Lo que ha cambiado ha sido el avance de la capacidad de procesamiento. A ello se le une la enorme base de datos que supone internet, lo que permite a los usuarios asistir a las increíbles capacidades de esta tecnología, que es hoy mucho más inteligente.

Según Harold La, gestor de Capital Group, ChatGPT es un ejemplo de ello: "Su popularidad subió como la espuma y alcanzó 100 millones de usuarios en solo dos meses, gracias a su capacidad para realizar ciertas tareas en muy poco tiempo. Los estudiantes fueron de los primeros en utilizarlo, ya que supone una gran herramienta de aprendizaje”.

La innovación es la clave

Sin embargo, para La, entrando en las valoraciones actuales, el mundo está, prácticamente, ante el punto de partida. “Creo que se va a producir un cambio espectacular en nuestra manera de hacer las cosas”, apunta. A su modo de ver, los primeros que adopten la tecnología de la IA serán también los primeros beneficiados, y entre ellos están los proveedores de hardware que ofrecen las herramientas necesarias para su utilización.

“Algunos ejemplos son los centros de datos y los productores de unidades de procesamiento gráfico, que podrían experimentar un aumento de las inversiones a medida que vaya aumentando la demanda de tecnología de IA... La velocidad de inversión y adopción podría favorecer la generación de rentabilidad, y serán los rezagados los que tengan que ponerse al día”, destaca.

Con el tiempo, el poder de la innovación, independientemente de la IA, provocará la ruptura de monopolios, en opinión de La, y habría algunas compañías mejor posicionadas. El experto considera que TSMC, en el espacio de los semiconductores, sería una de las que representaría mejor ese futuro: el crecimiento de TSMC ha abierto el camino a que otras compañías puedan innovar y crecer dentro del sector de los semiconductores”.

Las previsiones del sector de semiconductores señalan un repunte de las ventas del 13% este ejercicio, y las de TSMC de hasta el 25%. La prima de valoración de este segmento sería elevada, pero sostenible si los beneficios siguen repuntando como lo han hecho hasta ahora.

En el ámbito del descubrimiento de fármacos, las CDMO2 y las CRO2 han favorecido el crecimiento de compañías biotecnológicas más pequeñas. “Lo mismo ocurrirá a medida que la IA avance y vayan surgiendo nuevos competidores; aunque, a pesar de la competencia, el beneficiario último seguirá siendo el consumidor”, comenta La al respecto.

La clave para estar bien posicionado, tal y como describe Harold, es centrarse en las compañías innovadoras. En los últimos 20 años las 50 compañías más innovadoras del mundo han tenido un 3,3% más de rentabilidad anual que la media del MSCI World, el índice de referencia de la bolsa del mundo. Es por eso por lo que, con un enfoque de largo plazo, centrarse en estas tendencias puede ser relevante.

“Si bien las soluciones innovadoras que pueden satisfacer dichas necesidades son fundamentales para el crecimiento, lo que realmente tiene un gran impacto en la rentabilidad de la inversión es la valoración de las compañías (…) De cara al futuro, mi intención es centrarme en cómo las compañías mantienen su ADN y las características que las hicieron destacar en el pasado, a pesar de las medidas de recorte de costes. Estas compañías tienen potencial para seguir creciendo durante más tiempo”, comenta Harold.

No cabe duda de que el entorno de subidas de tipos de interés ha provocado numerosos problemas financieros. Pero también ha favorecido que las compañías hayan centrado su enfoque y ganado en eficiencia, además de pensar en la forma de generar rentabilidad a un ritmo más rápido. “En este complicado entorno, resulta cada vez más evidente qué compañías están mejorando más rápidamente que el resto”, termina.

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