Criterios ESG

El debate nuclear está sobre la mesa: qué ventajas ofrece para la inversión 

La Unión Europea tiene previsto incluirla, bajo ciertas condiciones, como fuente de energía verde en su taxonomía que tiene el objetivo de calificar lo que es energía limpia y lo que no. 

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El debate nuclear está sobre la mesa: qué ventajas para la inversión ofrece
EFE

La Unión Europea tiene previsto incluir, bajo ciertas condiciones, la energía nuclear como fuente de energía verde en su taxonomía. La taxonomía de la UE tiene el objetivo positivo de calificar lo que es verde y lo que no lo es. ¿Cómo afecta esto al plano de la inversión? Los expertos lo tienen claro.

“Creemos que los planes de la Comisión Europea no cambiarán la percepción de los principales inversores que buscan productos de inversión sostenibles”, explica Matthias Fawer, PhD, Analyst ESG & Impact Assessment, Vontobel. Hoy en día, este tipo de inversores coindice al considerar a la energía nuclear como un criterio de exclusión en sus productos sostenibles, al igual que ocurre con el carbón, el petróleo o incluso con todos los combustibles fósiles, incluido el gas.

Cabe decir que, mormalmente, se establecen umbrales del 5 al 10%. Hasta ahora, no hemos observado ninguna señal de nuestros clientes de que esta intención vaya a cambiar significativamente.

“Tener al final esta definición común a nivel europeo y por qué no a largo plazo a nivel mundial, representará un progreso clave para todas las partes interesadas”, expone Jean-Philippe Desmartin, responsable del equipo de inversión responsable en Edmond de Rothschild Asset Management.

Andy Howard, responsable global de Inversión Sostenible de Schroders, asegura que, por un lado, la energía nuclear supone una vía para reducir las emisiones de carbono del sector energético a gran escala, pero, por otro, “existen claros riesgos asociados a este tipo de energía, así como plazos de desarrollo relativamente largos”. Precisamente el debate sobre la inclusión de la energía nuclear en la taxonomía de la UE refleja ese panorama tan variado y las múltiples perspectivas.

Para Fawer, cualquiera que sea el resultado de la regulación de la taxonomía, espera que se llega a una situación en la que las gestoras de activos podrían informar de un porcentaje de alineación de la taxonomía en dos niveles -uno sin y otro con la contribución del gas y la energía nuclear- sólo para seguir siendo transparentes hacia sus clientes y dejarles optar por su preferencia sobre lo que es "verde". “Esto también es crucial para no socavar la confianza en todo el concepto de divulgación del SFDR”, apunta.

El experto de Vontobel añade que un aspecto positivo de esta controvertida propuesta es que abre el debate sobre el difícil y delicado periodo de transición actual hasta que las renovables (sin gas natural ni nuclear) puedan cubrir todas las necesidades de energía.

La potencialidad del sector en el mundo de la inversión

Esta modificación abre las puertas a pensar en la posibilidad de extraer rentabilidades apostando por el sector de las nucleares para invertir. ¿Qué dicen los expertos? “Seguimos buscando inversiones en empresas eléctricas que presenten una estrategia de transición responsable”, comenta Fawer. En su opinión, esto consiste en canalizar la mayor parte de las inversiones (CAPEX) hacia nuevas capacidades renovables mientras se mantienen operativas las centrales eléctricas convencionales (principalmente de gas y nucleares, desplazando en primer lugar a las de carbón) “como reserva esencial de apoyo mientras sea necesario para una región determinada”.

Así, en la práctica, país por país, la posición de los inversores podría diferir considerablemente (franceses y finlandeses frente a alemanes y austriacos, por citar algunos ejemplos). “En mi opinión, la energía nuclear no se incluirá sistemáticamente en las carteras ESG. Los gestores de cartera y las convicciones de los clientes desempeñarán un papel fundamental a la hora de decidir si la incluyen o no”, cuenta Desmartin.

Desde el punto de vista de Fawer, el debate debería centrarse más en la planificación de un periodo de abandono significativo y seguro de las centrales nucleares que “en las inversiones en nuevos proyectos caros y largos”. De todos modos, estos proyectos llegarán demasiado tarde para ayudarnos a superar algunos de los cuellos de botella actuales. “Tal vez los únicos proyectos que tengan sentido sean algunos proyectos de centrales de gas como apoyo para los picos de demanda de energía, posiblemente en combinación con la captura, utilización o almacenamiento de carbono”, ahonda.

Desde el punto de vista económico, los expertos no dudan de que no habrá ningún resurgimiento de la energía nuclear. “El potencial de reducción de costes y escalabilidad de la electricidad solar y eólica -incluso con una gestión mejorada de las baterías y la energía- es demasiado sólido y la realización de los proyectos es mucho más rápida, por lo que no es necesario ningún proyecto arriesgado basado en la energía nuclear”, concluye Fawer.

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