Los 'Cerdos' se quedan sin la S

  • España ha dejado de ser un país de alto riesgo. En plena alerta desatada por Portugal en los países periféricos, el mercado empieza a diferenciar entre buenos y malos. El motivo es que las reformas económicas de Zapatero están convenciendo a los inversores, aunque seguirán siendo exigentes.
La prima de riesgo española cae por debajo de 190 puntos básicos
La prima de riesgo española cae por debajo de 190 puntos básicos
Ana P. Alarcos

España empieza a recuperar la confianza de los inversores. Las reformas económicas que ha puesto en marcha el Gobierno, sumadas al compromiso de Rusia de comprar deuda española, al empeño de Europa en reforzar el fondo de rescate han relajado las tensiones sobre nuestra deuda, que ha conseguido salir del saco de los famosos PIGS.

Este concepto (que significa cerdos en inglés) es el que ha utilizado el mundo anglosajón para denominar a los países europeos más problemáticos: Portugal, Irlanda, Grecia y España. Sin embargo, parece que los cerdos han perdido al miembro español.

"Está claro que nuestro país está mucho mejor que el resto de PIGS y no sólo en términos de deuda, también económicos. Nuestra economía es mucho más flexible y competitiva, por eso el mercado ha sacado a España de ese saco y la ha puesto en otro distinto", argumenta Ángel Olea, director de inversiones de Abante Asesores.

Y esta discriminación positiva ha quedado patente en evolución de estos países. Mientras la rentabilidad de los bonos portugueses llevan más de un mes por encima del 7% (el interés que exigen los inversores a su deuda), mientras que España está ganando confianza y reduciendo sus intereses.

El último ejemplo se produjo ayer, en medio de la expectación de que Portugal consiguiera aprobar un nuevo plan de ajuste fiscal. De hecho, la prima de riesgo de España consiguió esquivar los temores sobre posible el rescate económico de Portugal, que sí ha ampliado la rentabilidad de los bonos del país y también los de Grecia e Irlanda.

Después de que el Parlamento luso rechazara anoche el plan de austeridad que proponía el Gobierno y de la dimisión del primer ministro, ahora está por ver si Europa saldrá al rescate del país y lo intervendrá económicamente, como ya hizo con Grecia e Irlanda el año pasado.

"Últimamente los mercados no han puesto a España contra las cuerdas, pero ayer se vio todavía más. Parece que nuestros bonos se mantienen al margen de lo que pasa en el resto de la periferia europea", señala Jorge Lage, de CM Capital Markets.

En concreto, el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán (el referente europeo) cerró la sesión de ayer en 193 puntos básicos, dos puntos básicos por encima del nivel del martes. En cambio, los bonos griegos subieron 11 puntos básicos (hasta 922), mientras que los irlandeses aumentaron en 21 puntos básicos (hasta 666) y los portugueses, en 20 puntos básicos (hasta 447).

Pero las buenas noticias para España no acaban aquí. El nivel actual de la prima de riesgo es un 25% inferior a la del cierre de 2010 (cuando marcó 259 puntos básicos) y un 35% más baja a los máximos que alcanzó el pasado mes de noviembre, cuando Irlanda tuvo que ser rescatada. Entonces, el diferencial se disparó hasta los 300 puntos.

Esas cotas, según los expertos, estaban más que injustificadas.  "Una prima de riesgo por debajo de los 200 puntos básicos es razonable. De hecho, pensamos que, en esta cota, la deuda española está bien valorada teniendo en cuenta la situación actual de los mercados. Sin embargo, lo lógico es que esté alrededor de los 150-160 puntos básicos", puntualiza Tomás García-Purriños, analista de Cortal Consors, el bróker online de BNP Paribas.

Por eso, el mercado ha hecho caso omiso a la decisión de Moody's de rebajar la nota de nuestra deuda y se ha aferrado a otros acontecimientos más positivos. Uno de ellos es la buena colocación del Tesoro del pasado martes, que colocó 2.050 millones en letras pagando los intereses más bajos en cinco meses.

El segundo hecho es el apoyo y reconocimiento del presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, a las medidas económicas del Gobierno, con la reforma de las pensiones y del sistema financiero a la cabeza.

Y la última inyección de confianza ha llegado de otra agencia de calificación. Ayer, Standard&Poor's publicó las conclusiones de su propio test de estrés sobre los países europeos, en el que España estaba aprobado. Todos estos aplausos se suman a los ya recibidos recientemente por el banco estadounidense Morgan Stanley y un directivo de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.

Aún quedan reformas pendientes

Pero, a pesar de que España ha dado pasos importantes con reformas en las pensiones y en las cajas de ahorros, nuestra economía aún tiene algunas asignaturas pendientes.

Una de ellas es la negociación colectiva, que sigue estancada porque el Ejecutivo no se pone de acuerdo con los sindicatos. Además, según los analistas, también tenemos que seguir haciendo esfuerzos para reducir el déficit público, que debe disminuir un 6% en los próximos dos años (desde el 9,2% del PIB alcanzado en 2010 hasta el objetivo del 3% en 2013).

Todo ello sin olvidarnos de frenar el paro, que, a cierre de febrero, roza los 4,3 millones de personas, y reactivar el consumo.   

Y, aunque los expertos no descartan que las presiones sobre la deuda española se puedan reactivar, se muestran optimistas tanto a corto como a largo plazo. Y tienen razones para pensarlo. Una de ellas es que Europa aprobará entre hoy y mañana un pacto para reforzar el euro y la competitividad de la zona y debatirá cómo ampliar el fondo de rescate de los países en problemas.

La otra razón, como explica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citigroup en España, es que "las reformas económicas y la mejora de las cifras macro mejorarán la situación de nuestra economía en los próximos meses". 

 

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