Mejores ETFs para empezar a invertir

Existen multitud de opciones para invertir. Desde acciones a productos financieros más complejos. Entre otros, los ETF. Son fondos cotizados -conocidos como ETF por sus siglas en inglés (Exchanged Traded Funds)- que engloban varios activos que cotizan en la bolsa de valores. Se trata de un instrumento del que los expertos destacan que ayuda a invertir de manera diversificada y con bajo coste.

Al igual que con otros productos, para invertir en un ETF, en primer lugar, es necesario recurrir a un intermediario financiero autorizado por la CNMV. Esto se puede comprobar en los Registros Oficiales del regulador financiero. Y una vez elegido un intermediario se deberá abrir una cuenta de valores para operar. A partir de ahí, el inversor podrá comprar o vender participaciones a través de órdenes.

No obstante, la decisión de dónde invertir no es fácil debido a la variedad de ETFs que existen actualmente. Los ETF pueden invertir en renta variable, renta fija, materias primas, divisas, así como cualquier otro subyacente autorizado por el regulador financiero. Sobre este producto financiero, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) explica que “suelen ser fondos de renta variable, excepto aquellos que replican índices de renta fija”.

¿Qué tener en cuenta para invertir?

BlackRock, el mayor gestor de activos a nivel mundial, recomienda tener en cuenta cinco factores antes de comprar un ETF: rendimiento, índice subyacente, estructura, dónde y cuándo operar y coste total. Es importante conocer el índice subyacente para saber si se adecua al perfil del inversor. Existen multitud de índices cuyos componentes varían según los países, sectores o activos financieros.

Además, destaca que el rendimiento de un ETF no sólo se refiere a lo que ganas o pierdes derivado del alza o baja del índice subyacente del ETF, sino “también qué tan cerca está el rendimiento del ETF del rendimiento del índice”. Sobre esta cuestión, la CNMV advierte de la medida denominada “error de seguimiento o tracking error” que sirve para evaluar la proximidad con la que el fondo sigue al índice, comparando ambas trayectorias. El objetivo del ETF es replicar un índice, pero a veces no coinciden exactamente porque, por ejemplo, hay que restar el coste de las comisiones.

De hecho, los costes de la inversión en ETF también es otro de los factores que determinan en qué ETF invertir. Los dos costes que afectan a los ETFs son las comisiones por transacción y el coste de administración. Otro punto a tener en cuenta es la estructura del ETF porque pueden afectar al nivel de riesgo que asume el inversor. Existen los ETF de réplica total - invierte directamente en activos subyacentes del índice- y ETF sintético -que siguen al índice a través de derivados-.

Y desde BlackRock, también recomiendan analizar cuando realizar la inversión en ETF. Se puede realizar en cualquier momento mientras esté el mercado abierto, igual que ocurre con las acciones. “Esta liquidez y la flexibilidad para operar les permite a los inversionistas aumentar o disminuir la exposición a un ETF cuando sea necesario”, explican el mayor gestor de activos. Igualmente, recomiendan no operar cerca de la apertura y cierre del día bursátil porque los mercados suelen ser más volátiles.

El análisis de estos factores sirve para elegir en qué ETF invertir. Pero a la hora de tomar la decisión de invertir en ETF, hay que tener en cuenta los posibles riesgos. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) explica que los ETFs “suelen ser fondos de renta variable, excepto aquellos que replican índices de renta fija, por lo que en general presentan una volatilidad elevada y resultan adecuados para inversores propensos al riesgo”. Es decir, están expuestos a una gran volatilidad. Esto conlleva que, en situaciones de mercados bajistas, pueden registrarse importantes pérdidas en la inversión realizada.