¿Qué es una acción fraccionada y cómo puedo invertir en ellas?

Las posibilidades para invertir desde España cada vez son más amplias. Para muchos un impedimento es el importe mínimo de inversión. No todo el mundo cuenta con ahorros suficientes para invertir acciones más caras o para alcanzar el mínimo que pueden exigir los intermediarios financieros para invertir. Sin embargo, existe una alternativa: las acciones fraccionadas.

Las acciones son un producto financiero que representa una parte del capital social de una empresa. Su propiedad otorga la condición de socio y los derechos y obligaciones que esta condición conlleva. En el caso de las acciones fraccionadas, el inversor estaría comprado una parte de la acción. Es decir, una parte aún más pequeña del capital de la empresa y todos los derechos y obligaciones se reparten con el resto de propietarios de la acción en común.

Se trata de una práctica habitual que ofrecen los brókeres actualmente. De esta manera, permite se puede invertir cantidades más pequeñas de dinero en la bolsa y también ser parte de empresas cuya cotización es más elevada.

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Empiece a invertir

Copiar a un inversor no equivale a un consejo de inversión. El valor de sus inversiones puede aumentar o disminuir. Su capital está en riesgo.

Para esta forma de inversión se necesita un procedimiento similar que para invertir en bolsa. En primer lugar, el inversor tendrá que recurrir a un intermediario financiero. La CNMV recuerda que debe ser autorizado para tener garantías: “Lo más importante es asegurarse de que está registrado en la CNMV y autorizado para prestar servicios de inversión”. Esta información está disponible en los Registros Oficiales de la CNMV.

Además, el regulador financiero insiste en que “la información que debe aportar el intermediario debe ser clara y no engañosa, de manera que, como inversor, sepa los riesgos que estás asumiendo al adquirir acciones fraccionadas”. Para poder operar con el intermediario, habrá que abrir una cuenta de valores a través de la que se podrá ejecutar la compra y venta de acciones.

Riesgos asociados

Las acciones fraccionadas no son acciones y no tienen las mismas características y riesgos. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) explica que son “un instrumento derivado con unas características y riesgos diferentes a los de las acciones. El inversor estaría asumiendo un riesgo de mercado y, a la vez, un riesgo de contraparte con el intermediario”. En ese sentido, la CNMV también destaca que las acciones fraccionadas “no pueden ser compradas a nombre del cliente y consisten en un tipo de contrato bilateral entre el intermediario y el cliente, con las características específicas de un CFD o instrumento similar, y apalancamiento cero”.

Otra cuestión a tener en cuenta es el nivel de protección en caso de la declaración de insolvencia del intermediario. Las acciones de los clientes en custodia no sufrirían ninguna pérdida derivada de esa insolvencia, y podrían transferirse a otro custodio sin problema. Sin embargo, “los titulares de CFD estarían sujetos a eventuales pérdidas parciales o totales en caso de insolvencia del intermediario, independientemente de la evolución del precio de la acción subyacente”, afirma el regulador financiero.