El descubridor del síndrome de Down fue un médico en vías de beatificación

  • Jérôme Lejeune publicó su descubrimiento sobre la causa del síndrome de Down, la trisomía 21, en 1958. Siempre fue un defensor de la vida y su legado permanece inalterable.

    En 2004 comenzó su proceso de beatificación y canonización. Hace cuatro años se cerró satisfactoriamente en Notre Dame la fase de investigación de esa causa, que sigue su curso. 

D.C.

Jérôme Lejeune está considerado por la comunidad científica internacional como uno de los padres de la genética moderna. Nacido en París, en 1926, posteriormente estudió medicina. En 1958, cuando tenía 32 años, publicó su descubrimiento sobre la causa del síndrome de Down, la trisomía 21. 

Por este motivo, a finales de la década del 60 gozaba del prestigio y la reputación de los principales centros de investigación mundiales. Había sido designado como experto en genética humana en la Organización Mundial de la Salud (OMS) y también nombrado Director del Centro nacional de Investigaciones Científicas de Francia, entre otros hitos en su carrera. En 1970 se esperaba que recibiera el Premio Nobel.

Sin embargo, mostró una clara postura contra el aborto, mientras en Europa y Estados Unidos comenzaban a proliferar las campañas abortistas. Por este motivo, a Lejeune se le cerraron casi todas las puertas y padeció una injusta indiferencia al descubrir el síndrome de Down.

En el libro 'Life is a Blessing: a biography of Jerome Lejeune' (La vida es una bendición: una biografía de Jérôme Lejeune), su hija Clara cuenta que el rechazo a su postura contra el aborto fue a tal extremo que prácticamente nadie se hizo eco de su impresionante hallazgo científico.

En 1971 realizó un recordado discurso en el National Institute for Health y después envió un mensaje a su esposa en el que dijo: "Hoy perdí mi Premio Nobel". En el discurso se refirió al aborto diciendo: "Ustedes están transformando su instituto de salud en un instituto de muerte".

El legado de Lejeune fue tan importante que, con el transcurso de las décadas, su obra y su investigación comenzó a ser valorada como correspondía. Él soñaba con curar el síndrome de Down, por lo que creó una fundación en Francia dedicada a la investigación y tratamiento.

Además, su centro se dedicó a la investigación de otros síndromes de enfermedades mentales genéticas. La Fundación Lejeune continúa hoy su trabajo y cuenta además con un comité que ayuda a diferentes grupos en todo el mundo.

Lejeune murió en 1994. Una década después, en 2004, Fiorenzo Angelini, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud, solicitó el inicio del proceso de beatificación y canonización del científico. En la XIII Asamblea General de la Pontificia Academia para la Vida, el 25 de Febrero de 2007, finalmente se anunció la apertura de la causa.

En 2012, se cerró en Notre Dame (Francia) la fase de investigación del caso. Hoy, el proceso de canonización de quien llegó a ser presidente de la Academia Pontificia para la Vida, avanza satisfactoriamente.

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